Grandes historias empresariales - Norte

Punto Amarillo, la ferretería que surte al Norte antioqueño

Aníbal Alberto Amaya es el heredero de un legado empresarial que lleva décadas en el municipio.

01 de noviembre de 2025

Aníbal Amaya y su familia son de Yarumal de toda la vida. Su historia empresarial se remonta a una fábrica de baldosas que operó en el municipio por cerca de 30 años. Allí se fabricaba baldosa común, en grano, bloques de cemento y prefabricados. Pero cuando la empresa familiar pasó a manos de Aníbal, la industria se enfrentó a un cambio radical: la cerámica empezó a posicionarse y a desplazar a las baldosas corrientes. De repente, el mercado para su producto se hizo cada vez más pequeño. Esta fue la señal de que debían hacer una transición.

El giro ocurrió en mayo de 1999. En el propio centro de Yarumal, encontraron un negocio ya montado, llamado Ferretería Punto Amarillo. Aníbal lo describe como “muy caído y con poca mercancía”. Decidió comprarlo y de a poco, construyó el inventario y la confianza de sus clientes.

Al inicio, las ventas eran modestas. Aníbal recuerda que vendían un viaje semanal de adobe. Hoy la ferretería realiza seis viajes a la semana, que representan alrededor de 12.000 a 15.000 adobes.

El crecimiento de Ferretería Punto Amarillo ha sido exponencial. Actualmente, la empresa cuenta con alrededor de 60 empleados, distribuidos en ventas, administración, despachos, logística y bodega.

Se han expandido más allá de Yarumal y tienen dos sedes adicionales: en Santa Rosa de Osos y en San Pedro de los Milagros. Además, sus productos se distribuyen en Campamento, Angostura, Briceño, Valdivia, Ituango y San Andrés de Cuerquia. Los clientes encuentran desde el material para las fundaciones hasta la pintura final para su casa, de esta manera evitan tener que desplazarse hasta Medellín.

Para Aníbal, su mayor satisfacción va más allá de lo económico: es saber que genera sustento para varias familias del municipio. La retención de talento es una prueba de ello. Tiene trabajadores que llevan más de 22 años en la empresa, y otros con 15 o 10 años de antigüedad. La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia también los acompaña con capacitaciones y charlas motivacionales que le han ayudado a reflexionar sobre sus procesos y buscar mejores caminos.

Aníbal maneja la empresa con sus tres hijos. Dos de ellos viven en San Pedro de los Milagros y están a cargo de esa sede. Mientras su hija, que reside en Yarumal, es la profesional encargada de la seguridad en el trabajo.

En este camino empresarial, Aníbal afirma que el negocio requiere empuje, paciencia y resiliencia, ya que los inconvenientes “resultan todos los días”. Su gran sueño es inculcar a sus hijos el valor de tener empresa y ser independientes. Con esta visión de crecimiento, su meta a corto plazo es abrir más sucursales en otros municipios y fortalecer la economía regional.