Grandes historias empresariales - Suroeste

Mulero convirtió su marca en café y en moda en Valparaíso

Café, moda, redes sociales y tradición posicionan a Mulero como un negocio exitoso y representativo en su territorio.

hace 1 hora

En el parque principal de Valparaíso hay una casa en la que el café y la mula se han convertido en su sello distintivo. En su interior no solo se puede degustar el grano del municipio, sino que también hay una terraza en la que el paisaje del Suroeste antioqueño se aprecia con nitidez. Ese espacio se ha consolidado gracias al trabajo de José Mario Ángel y Carolina Restrepo, dos jóvenes abogados, que luego de sus estudios y la experiencia en la ciudad, decidieron regresar a su municipio para crear su propio negocio.

“En Medellín, Carolina trabajaba en un local de café y poco a poco nos fuimos metiendo en ese tema. Por esa misma época, antes de la pandemia, yo me presenté a las elecciones en el pueblo y perdí. Sin embargo, ella me dijo que si una de mis propuestas era el tema de la agricultura, ¿por qué no crear una empresa de café y ver cómo nos iba?”, recuerda José Mario.

De esta manera, en 2020, nació Mulero Café. Primero comenzaron con la venta de bolsitas de café tostado en la ciudad a familiares, amigos y allegados. Dos años después, abrieron su local en el municipio con un éxito tan rotundo que en menos de doce meses tuvieron que mudarse para su local actual, una casa de 600 m², con patio central, terraza y en la que tienen el espacio para trillar el café y ofrecer a los turistas una experiencia más completa sobre esta bebida.

“Si bien Valparaíso es un municipio pequeño, tiene buenas vías para llegar, por lo que los turistas y personas de territorios vecinos venían al pueblo y consumían nuestro café. Además, comenzamos a hacer videos impactantes e interesantes para promocionar Valparaíso y el local, por lo que las personas llegaban a ver qué estábamos haciendo y nos hacían pedidos. Así fuimos creciendo”, cuenta.

En el inicio, tostaban 125 kilos de café mensuales. Hoy tuestan 1.500 kilos, una muestra de su crecimiento. Esa cifra también se refleja en el personal, en la actualidad, generan 11 empleos directos y trabajan con 20 caficultores.

Otro de los factores que diferencian a Mulero ha sido su línea de moda que ha estado desde el comienzo. La mula, no solo está en su nombre, también destaca en el logo, y esa particular imagen hoy la venden en gorras, buzos, camisetas y otras prendas de vestir.

Hoy todo está unificado en esa misma casa: tienda, moda y transformación de café. Son tostadores, trilladores y creadores de experiencias. Su café y prendas de vestir ya viajan a Bogotá, la costa Caribe, los Llanos Orientales, el Eje Cafetero, Manizales y otros rincones del país.

La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia los ha acompañado en este camino con capacitaciones y asesorías que les han permitido potenciar sus contactos y proveedores. Ese apoyo lo definen como crucial, puesto que siempre han encontrado una solución o respuesta ante las dudas o inconvenientes.

La próxima meta de Mulero es abrir su segunda sede en Caramanta, un pueblo hermano con vocación turísticas, en el que esperan también mover la economía y potenciarlo gracias al café, como lo hacen con Valparaíso.