Histórico

A Jéssica la anima regresar a Londres

La representante de Colombia, nacida en Miami, hace su recuperación en Bogotá. Piensa en la final en Juegos.

01 de junio de 2012

En Londres se hizo famosa por su aparatosa caída, la salida en camilla y los alarmistas titulares de prensa. "Hoy siento que tengo que ir allá a dejar una mejor impresión, a entregarlo todo, a buscar la final olímpica".

Las palabras de Jéssica Gil Ortiz se escuchan con la ternura de su voz de joven, pero con la fuerza de quien sueña con una revancha, pero no con la venganza.

Hace dos años, en su ejercicio de la final de suelo de la Copa del Mundo de Londres, la gimnasta colombiana intentaba efectuar una diagonal de tumbling cuando falló en el salto y cayó sobre su cabeza.

Su madre, la antioqueña Gloria Ortiz, rememora el hecho: "fue muy difícil, inexplicable, pero puedo asegurar que me dolió más a mí que a ella, por sus ganas de competir".

A pesar de la espectacularidad de la caída, Jéssica no sufrió ninguna lesión grave. Y aunque tuviesen que retirarla del O2 Stadium en una camilla y con un collarín, la intención de la colombiana es que la recuerden en Londres por otra situación. "Ojalá pueda estar en una de las finales de los Juegos Olímpicos, es lo que sueño desde que estoy en la gimnasia. Sé que va a ser muy difícil, pero quiero dejar otra imagen en ese país".

Ya en el 02, el moderno coliseo que servirá de sede para las justas, tuvo un mejor recuerdo. En enero, la colombiana logró su clasificación a Olímpicos al quedarse con uno de los 34 cupos disponibles en el torneo preolímpico de Londres, luego de terminar 38 en la general, pero aprovechar que varias competidoras ya tenían su espacio por equipos. "He cumplido mi sueño: ir a los Olímpicos es lo mejor que le puede pasar a un deportista de alta competencia".

Es la "gringa"
Jéssica era una desconocida en Colombia hasta los Juegos Atléticos Nacionales de Cali, en 2008. Nacida y criada en Florida, Estados Unidos, es hija de los antioqueños Juan David Gily Gloria Ortiz , quienes la criaron entre el ambiente de Power Tumble Gymnastics de Miami. Allá ejecutó las primeras figuras y logró sus títulos. "Es desde que tengo uso de razón".

Aunque estuvo en una preselección de Estados Unidos, tras un pequeño traspiés en 2006 decidió hacer los acercamientos con la Liga de Antioquia, con la que compitió hasta 2008, antes de pasar a Bogotá. Siempre de la mano de sus padres, y de la entrenadora cubana María González.

"Decidí representar a Colombia por el orgullo de mi familia y porque mi sangre es colombiana", explicó en su momento la jovencita que ya tiene 21 años (diciembre de 1990), y quien ha logrado con el país medallas en Juegos Bolivarianos, Centroamericanos y Suramericanos. En Guadalajara se le escapó la presea en el salto, donde sí la logró la antioqueña Catalina Escobar.

Desde ese momento, y siempre con el uniforme de la selección nacional, Jéssica ha dividido su vida entre los entrenamientos en su ciudad natal y las competencias en Colombia. Su base sigue siendo Miami, su entrenadora todavía es la cubana, pero cada vez que es requerida por la Federación, está para el país. Algo que también han hecho otros colombianos de sangre estadounidense como Óscar Oleay Joseph Hodges , quienes compitieron con Antioquia y Valle del Cauca, respectivamente.

Durante la últimas tres semanas, Jéssica ha estado en Bogotá. En el Centro Biomédico de Coldeportes hace la recuperación de una lesión en la rodilla, que se creía más seria, pero que no terminó comprometiendo ni el ligamento ni el menisco.

"Por suerte no hay un compromiso mayor, por lo que me estaré entrenando casi a la normalidad en cuestión de un par de semanas. No creo que tenga inconvenientes para estar en los Juegos, aunque sí me debo cuidar mucho", dice Jéssica, quien por unos días estuvo sola en la capital de la República, y luego recibió la compañía de su madre.

Con la recuperación casi lista, después de dos meses sin competencias de alto nivel, Jéssica volverá a su gimnasio en Estados Unidos, y allá finiquitará el plan antes del viaje hacia Londres. Allá, como única colombiana, pretende mejorar lo hecho en Pekín, donde las damas no tuvieron mayor figuración.

Hoy tiene como carta de presentación las dos medallas en copas del mundo. Un oro en 2010 en Bélgica, y un bronce un año antes, en el mismo escenario. Ambas en la competencia de salto al caballete. Por ahora se sueña con, por lo menos, estar en el último día de competencias. "Los países fuertes en gimnasia artística para los Olímpicos son Estados Unidos, Rusia y China, pero he estado en finales de mundiales, así que espero en llegar al podio en Inglaterra". Que Londres la recuerde sin la camilla ni el collarín.