A PROPÓSITO DE LOS MAESTROS
La violencia escolar está hoy de moda en los establecimientos educativos, y también los maestros expuestos a ella, debido a la pérdida del respeto y reconocimiento de nuestra labor educativa.
Ya llevamos dos años en los cuales hemos quedado en los últimos lugares a nivel internacional en las pruebas PISA, que son fomentadas por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y las cuales revelan fallas en los estudiantes del país en la evaluación que se realiza en 44 países.
Como educador me atrevo a opinar que esta situación viene desde que se estableció en Colombia el sistema de promoción automática.
Los alumnos se sienten más relajados y poco les interesa estudiar y van a las instituciones educativas a hacer nada y crear permanentemente problemas disciplinarios afectando a los que sí van a estudiar. Ahí están los resultados de esta alcahuetería.
Los padres de familia a veces se ponen bravos cuando los niños no tienen clases porque están tomando los colegios como una guardería en la cual les están cuidando sus hijos y poco preguntan por ellos o si van a la institución educativa es a poner problemas y bravear y retar al profesor.
Porque la verdad es que nosotros los docentes también sufrimos cada rato matoneo por parte de los alumnos y padres de familia. Lamentablemente con el código del menor por el que no se les puede decir nada a los alumnos, los docentes seremos investigados por Control Interno de la Secretaria de Educación y, en el peor de los casos, sancionados. Hoy por hoy que difícil es enseñar. Los profesores no somos los culpables de la baja calidad de la educación en Colombia.