Adolescentes crecen con sus amigos
El número de amigos íntimos que se tiene en la edad adulta es estrictamente proporcional al que se tiene durante la adolescencia.
"Me aburro cuando estoy en casa. Mis padres me ponen de los nervios. No soporto a mi hermano. Me gustaría pasar todo el tiempo con mis amigos. Sólo cuando estoy con ellos me siento a gusto".
"Me siento excluido del grupo. Nunca me invitan a sus salidas ni a nada. Todos los compañeros de mi clase se ven o salen juntos los fines de semana. No me llevo bien con mis colegas, siempre hay problemas y cortocircuitos. Prefiero quedarme en casa?"
Son las dos caras de una misma moneda: la de las amistades adolescentes. De un lado, están aquellos jóvenes que no pueden estar ni vivir sin sus amigos. En el otro, aquellos que no consiguen hacer amistades. Cada grupo enfrenta sus particulares retos y dilemas, de los que debe salir airoso para sentirse bien.
"Los amigos son muy importantes para ser feliz. Con ellos se experimentan distintas clases de relaciones: diversiones, ideas, confidencias, solidaridad? A partir de los 12 años de edad, cada uno se forma un grupo de amigos que a veces durará toda la vida", señala el psiquiatra francés Daniel Marcelli, jefe de Psiquiatría Infantil-Juvenil del Hospital Universitario de Poitiers.
"El número de amigos íntimos que se tiene en la edad adulta es estrictamente proporcional al que se tiene durante la adolescencia", señala Marcelli, quien es autor, junto a la periodista gala Guillemette de La Borie, del reciente libro Adolescentes, malos rollos, complejos y comeduras de coco.
Construirse a sí mismo
Según estos expertos, los amigos también permiten tomar cierta distancia con respecto a la familia, a los padres. Junto a ellos, el adolescente se comprende mejor a si mismo, se construye, se descubren otras formas de pensar, de reaccionar, de vivir. "El contacto con las diferencias ayuda a forjar las opiniones propias", señalan.
Los varones antes de los 15 años de edad, prefieren tener una buena pandilla de 'amiguetes' para bromear juntos, jugar al fútbol o mancharse las manos con un motor. Y sobre todo así se evita mostrar los sentimientos.
Por su parte, "las chicas hablan mucho entre ellas, expresan sus sentimientos. Siempre se preguntan qué pensarán de ellas. Tienden a privilegiar a una mejor amiga, como una doble de si misma, a quien todo se le puede contar. Para separarse un poco de la madre, las confidencias se comparten con las amigas", explican los expertos franceses.
¿Ensanchar el círculo de relaciones o profundizar las amistades con unos pocos?. Para estos especialistas, "cada adolescente debe encontrar su propio equilibrio, sabiendo que lo importante es tener amigos con los que se pueda contar en las buenas y en las malas".
Para Marcelli y La Borie es importante que cada adolescente "encuentre su propio lugar en el grupo y también descubrir las diferencias, porque se pueden aprender muchas cosas prestando atención a otras formas de comportamiento".
"Si te cuesta tomar la palabra estando en grupo, hay trucos que pueden ayudarte: levantar la mano antes de hablar, para pedir silencio, o bien empezar la frase con un 'escuchadme' o 'quiero decir algo', ya que estas frase banales permiten llamar la atención", aconsejan los expertos a los adolescentes.
Por su parte, a los jóvenes que tiene dificultades para hacer amistades, les recomiendan "no asilarse demasiado porque aunque no se sufra por no tener amigos el hecho de no entenderse con los demás puede ser un inconveniente para la vida social".
"Acusar a los otros de todos los defectos, aunque sean reales, no ayuda a encontrar un espacio dentro de un grupo, por lo que hay que intentar comprender qué actitud o conducta de uno mismo enerva a los demás o los aparta", aconsejan los autores.
Sea como sea Marcelli y La Borie recomiendan a los adolescentes intercambiar ideas "incluso si son un tanto extravagantes, porque seguramente hay compañeros con quienes se podrán compartir, ya que también los otros tienen ideas extravagantes".
Según estos especialistas, el adolescente debe encontrar al menos un lugar dónde compartir cosas con otras personas de su edad: "si no es en colegio o el instituto, puede ser a través de otras aficiones, un grupo de música, un deporte, la informática?".