Histórico

Álex de la Iglesia quiere enloquecer al público

El director de cine español viene a Colombia a conversar de lo que sabe hacer y tanto le gusta, el séptimo arte, y de su nueva cinta, Las brujas de Zagarramurdi.

20 de octubre de 2013

Romper los moldes. Esa es la constante en la cinematografía de Álex de la Iglesia, quien ha visitado Colombia, en los últimos tiempos, con constancia. Esta vez su recorrido comenzará el 25 de octubre en Cali. Luego la cita será en Medellín el 29. Para finalizar en Bogotá el 1 noviembre. Todo esto luego del estreno en España de Las brujas de Zagarramurdi, una nueva comedia terrorífica. Esta cinta aún no se estrenará en el país, pero los asistentes a sus charlas podrán verla en exclusiva.

¿De qué hablará en las charlas?
"No me gusta que los llamen seminarios magistrales, porque suena a que será una clase legendaria donde revelaremos los contenidos esenciales de la cinematografía. En realidad serán unas charlas amistosas en las que, entre todos, hablaremos de cine y los temas que nos intrigan y que nos unen".

Esto en medio del estreno de Las Brujas de Zagarramurdi
"La estrenamos en el Festival de Cine de San Sebastián y pocos días después en España, donde hemos tenido una gran acogida pese al difícil momento que estamos pasando. Poco a poco se irá viendo en otras partes de Europa y esperamos en 2014 llegar a América Latina".

¿Cómo ha sido el trabajo alrededor de estas brujas?
"Ha sido una de las películas más complicadas y de las que más esfuerzo he necesitado en toda mi carrera. Antes había sido Balada triste de trompeta; ahora vuelvo a la comedia y me ha costado, pero el resultado me ha dejado satisfecho, con una comedia negra y siniestra en torno a las relaciones que tenemos los hombres con las mujeres y los hombres con los hombres. Es una comedia que pretende divertir, con problemas y temores, pero en definitiva lo que busca es divertir a todos".

¿Por qué tan complicada?
"Es una cinta complicada visualmente, con un desarrollo narrativo muy rápido, con muchos planos y acción y muchísimos actores, lo que te genera mucho trabajo y te exige mucha concentración, lo cual no la hace ni mejor ni peor, tan sólo más complicada. En este medio se tiende a pensar que las cosas más complicadas son las mejores, pero solo con el tiempo entiendes que si logras hacer interesante a dos tipos sentados en un sofá, es porque te has convertido en un mejor director. Eso aún no lo he conseguido, por lo que solo me queda volverme loco en la escritura y en el rodaje, para intentar volver loco al público también".

Trabaja de nuevo con el actor Santiago Segura. ¿Por qué?
"Solo cuando lo considero conveniente, lo que ocurre es que a él lo suelo considerar conveniente muchas veces, por lo que trabajamos constantemente. Me gusta lo que hace y siempre me aprovecho mucho de su talento con papeles difíciles, pero quiero aclarar que es una relación estrictamente laboral, no estamos casados (risas). En una película tan difícil como esta, lo consideré conveniente, justo y necesario, por lo que era nuestro deber y salvación, porque la capacidad irónica, humorística y cínica de Santiago es inigualable, sobre todo haciendo de mujer".

Una comedia terrorífica en momentos difíciles...
"La idea era hacer una comedia, una película de entretenimiento salvaje. Parece una cinta de terror, pero en realidad es una comedia loca, en la que busco reírme de mis problemas y de mí mismo, a través de un grupo de pobres diablos que se enfrentan a un destino difícil, que es como nos encontramos todos. Es un grupo de personas que no han sabido adaptarse bien a la sociedad y que con grandes problemas buscan una solución rápida a todo".