Aprender a leer y escribir es ilimitado
La doctora en sicología Paula Carlino habló sobre la importancia de la lectura y la escritura en todas las áreas.
Aprender a leer y a escribir es un proceso de toda la vida. Así lo demuestra la doctora en sicología Paula Carlino, una de las invitadas internacionales a la Cumbre Nacional de Educación que finaliza hoy, en la ciudad.
En su conferencia dio a conocer algunas experiencias que en 25 años ha recogido coordinando la formación de maestros para que integren en sus áreas los procesos de lectura y escritura. La experta argentina habló con El Colombiano sobre su trabajo.
¿Qué han mostrado las investigaciones sobre aprender a leer y escribir?
"Habitualmente se cree que leer y escribir son habilidades elementales y generales que pueden aprenderse al inicio de la escolaridad de una vez y para siempre. Pero esto es falso. Las investigaciones demuestran lo contrario. Leer y escribir son prácticas culturales complejas y diversas, no se lee ni se escribe de una misma manera al estar frente un periódico, una novela o cuando buscamos información en internet. Estas diferentes instancias se aprenden no solo al inicio de la escolaridad, sino situadamente, con ayuda de otro que me apoye para ejercer una practica de lectura y escritura específica. Un aprendizaje que no termina nunca".
Entonces cada área curricular tiene su forma...
"Le doy un ejemplo. Yo aunque tengo experiencia en publicar artículos para revistas de investigación, no tengo conocimiento sobre el discurso jurídico, por lo que no sabría escribir sobre leyes. Tendría entonces que aprender a hacerlo. La lectura y la escritura son prácticas que se usan en las distintas esferas de la actividad humana. Lo que hay que aprender son las prácticas culturales donde la lectura y la escritura tienen lugar".
¿Desde el hogar cómo se puede apoyar el proceso de lectura y escritura?
"Aquí, aunque presenté algunas experiencias de papás que se han comprobado que funcionan, aclaro que la responsabilidad de enseñanza no puede trasladarse a los hogares. Las instituciones educativas del Estado deben garantizar que todos los alumnos aprendan.
Así que, dentro de las actividades que realizan los papás, está mostrarle a los niños que leer y escribir vale la pena, que no es aprender una técnica sino que son prácticas que cumplen funciones sociales. Hay padres que cuando están en la calle juegan con sus niños a adivinar lo que dicen los avisos. Esto promueve en los chicos una curiosidad por saber qué significan esas marcas gráficas a las que los adultos prestan atención.
Otra experiencia es que las actividades de lectura y escritura sean actividades con sentido, como por ejemplo, que aprendan a escribir su nombre, lo que para ellos es importante porque tiene que ver con su identidad.
La lectura y la escritura se hace por sectores, no todo junto. Aquel enfoque de que se aprende todo de una vez y que los errores deben corregirse de inmediato es lo más contraproducente para que alguien conserve las ganas de aprender a leer y a escribir durante su vida".