Arte pop de ver y poner
EL arte popular se ve en exposiciones, en paredes, en la publicidad y hasta en la ropa. Esa tendencia que Andy Warhol representó, todavía se disfruta. Y aunque todo no es arte pop, muchas cosas sí representan su actitud.
En lo popular está el encanto. Las latas de tomate, las caricaturas, esa guitarra, lo que hay en la calle, lo que se ve a diario. Esas cosas que no tienen valor, en apariencia, y que se vuelven arte pop, o pop art.
"Buscan inspiración en las cosas que nos rodean todos los días. En la televisión, en las imágenes del periódico, en los supermercados, en las imágenes de productos", expresa Ana Cristina Vélez, maestra en Historia del arte.
El arte pop le dice a la gente que todo está rodeado de arte y muchas veces pasa desapercibido. Eso sin olvidar que también se inspira en la publicidad.
El movimiento nació por allá en los años 50, pero se pasea por los 60, los 70, los 80. Su máximo representante, Andy Warhol. "Le dio una nueva mirada al arte consumista", dice Giovanni Sánchez, un joven artista que se inspira en los gatos.
Y pese a las fechas, se podría decir que no es un movimiento ajeno al ahora. Está en camisetas, en zapatos, en accesorios, en cuadros, en cualquier objeto, lugar o cosa.
"El arte debe estar en todas partes", señala María de la Paz, una de las artistas colombianas representantes del p op art . Debe estar hasta en los tendidos de cama. "Yo he trabajado en esto más de 30 años y ahora se les ha dado cabida. La obra pop está en todo", agrega ella, y da como ejemplo a Agatha Ruiz de la Prada. "De eso se trata, que la gente se quede con algo de la obra", coincide Giovanni.
Arte popular
La pregunta sería si se está viviendo un nuevo auge del arte pop. Algunos lo sienten, otros no tanto. "No creo que haya exactamente un auge, pero sí que a lo mejor la moda, por ejemplo, se está fijando en él", dice Ana Cristina.
En ese sentido resalta que no necesariamente todo sea arte pop, sino que, sobre todo, lo que se está copiando es la actitud. "Lo que hay de común es que ese mundo de la caricatura y del cómic y de los juegos de video, son fuente de inspiración para el arte", añade la maestra.
Eso significaría que no necesariamente una caricatura en una camisa sea una representación del arte pop, aunque muchas sí lo puedan ser.
Y las caricaturas, precisamente, se la juegan con el movimiento y con la actitud.
"Ahora los jóvenes están volviendo a la pintura sobre el cómic, que es algo que lo entiende todo el mundo", cuenta María de la Paz. Entonces la pantera rosa, los pitufos, los personajes de Plaza Sésamo, y así en sucesiva, se hacen arte y objeto de comunicación, de vestido y de exposición.
El pop art "es urbano, de la calle", en palabras de Julián López, otro joven artista. Un arte que hacen, dice él, personas atrevidas, juveniles, que juegan con lo que ven.
Y si no todo necesariamente es pop, lo que sí, se caracteriza por usar colores básicos, muy fuertes. Además, reduce la información, crece los tamaños de cosas que usualmente son diminutas, cambia de contexto los objetos, exalta lo que no tiene valor social, busca realismo, usa imágenes planas, sencillas y la temática, indiscutible, es popular.
"Hay una cosa interesante y es que descubrieron un método que siempre va a producir cosas creativas, y eso es algo que subyace al arte pop", afirma Ana Cristina.
En esta línea se podría decir que si bien no es un auge, la creatividad del pop se pasea y captura la atención de muchos. De hecho, su carácter popular le ayuda, su manejo del lenguaje "que hace que a todos nos guste", como cuenta Giovanni, quien cree que está en una etapa actual, donde se le imprime un nuevo aire, sin perder su esencia, su calidad gráfica, su idea popular, consumista.
Así que no se extrañe verlo en las exposiciones, las paredes, la ropa y eso sí, la actitud.