Ausencia de generales en ceremonia denotó inconformismo y desilusión

La ausencia de cuatro de los generales de la cúpula militar removidos de sus cargos el lunes por el presidente Juan Manuel Santos, a la última ceremonia que se realizaría ayer en la que ellos participarían como comandantes salientes, es sinónimo de inconformismo por la decisión intempestiva del cambio ordenado por el Presidente.

Que no hayan asistido los generales Sergio Mantilla, excomandante del Ejército; Tito Saúl Pinilla, ex comandante de la Fuerza Aérea; el almirante Roberto García Márquez, de la Armada, y el exdirector de la Policía José Roberto León Riaño, es la señal inequívoca y casi el reclamo de los comandantes salientes por una decisión que debería darse en noviembre y que se apresuró por motivos que aún no son develados por el Estado.

El capitán (r) Juan Alfonso Fierro, presidente de la Asociación Nacional de Veteranos de la Fuerza Pública, Analvet, analiza que esa decisión de cambio "causa malestar en cualquiera, y no asistieron a la ceremonia manifestando su inconformidad".

Para el capitán (r) Fierro, con el cambio quisieron conjurar errores graves retirando la cúpula, lo que deja en evidencia una contradicción: ¿por qué el gobierno expresó que eran los mejores y los cambió?

El malestar de los generales que no asistieron a la ceremonia se traduce también en el inconformismo con el que se manejó el relevo de mando por parte del Gobierno.

Para Jorge Delgado, especialista en Ciencia Política y general (r) de la Policía, la ausencia de los generales es la manifestación del inconformismo a la falta de coherencia entre el reconocimiento de su gestión "y la manera como se les da la salida".

Durante la ceremonia, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, expresó que no esperaba esta ceremonia de despedida de los generales "siempre pensé, como corresponde, que los tiempos y ciclos nos llegan a todos, pero pensé que nuestros ciclos estaban alineados", y rechazó que la salida haya sido por roces entre él y los generales..