Autoayuda, un debate siempre abierto
Cualquier librería ofrece actualmente una considerable cantidad de títulos de libros de autoayuda. Aunque los temas que abordan este tipo de publicaciones giran básicamente en torno a la salud, el dinero y el amor, ofrecen otras muchas opciones. Entre ellas cómo dejar el alcohol o el tabaco, cómo lograr el autocontrol mental, cómo educar a los hijos o cómo superar el acoso en el trabajo.
Las fórmulas mágicas para lograr un cuerpo perfecto, perder los kilos de más en el mínimo tiempo posible o desterrar el insomnio de nuestras noches también se incluyen en la cada vez más abundante lista de libros de autoayuda, un invento editorial nacido en Estados Unidos y que ahora mueve millones de dólares en el mercado global.
Aliados de los solitarios
Editados en papel de calidad media o baja y con portadas lo suficientemente llamativas como para atrapar al atribulado buscador de esas fórmulas que le permitan lograr que su vida dé un giro de 180 grados, este tipo de libros se han convertido en un aliado eficaz "para esos millones de personas solas en un mundo tan estresante como el que nos ha tocado vivir y donde es tan complicado establecer relaciones personales de calidad", según refiere la analista española de este género editorial Natalia Muñoz Hernández en su página web.
Por su parte el catedrático de Metafísica y rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo, invita en su libro Alguien con quien hablar a encontrar el espacio común para el diálogo, una necesidad determinante "en una sociedad muy aislada, de supervivientes". El filósofo recalca que para vivir no basta con salir adelante por sí solo como explican tantos libros de autoayuda, sino que necesitamos de la proximidad de los otros y de la palabra afectiva.
En Estados Unidos los editores han encontrado un filón en el mercado hispano y no paran de lanzar títulos en esta época de crisis en que la gente busca fórmulas para sobrevivir al fracaso. Uno de los éxitos de ventas más recientes es el que lleva por largo título Secretos del vendedor más rico del mundo: diez consejos prácticos para vender más, prestar un mejor servicio y crear clientes para toda la vida , de Camilo Cruz, quien sostiene que todos somos vendedores de algo pues "en algún momento de nuestras vidas, y en nuestras relaciones sociales, tendremos que persuadir, exponer y convencer sea en mercancía, ideas, talento u oportunidades".
El recurso de este género está suficientemente asentado en la vida cotidiana, tras su génesis en las consultas de algunos gurús afamados de la psicoterapia en los años sesenta del pasado siglo, quienes descubrieron así un verdadero filón para "autoayudarse" a ser millonarios de verdad.
A favor y en contra
Uno de los autores españoles de libros de autoayuda de más éxito, Alex Rovira, manifiesta que sus obras pueden ser también "empresariales, dependiendo del matiz que se les otorgue". Sobre su libro Los siete poderes , el autor aseguró que, para poder adquirir un gran poder, "primero se debe adquirir la sabiduría para saber utilizarlo, ya que de lo contrario el poder puede arruinarte la vida".
Sobre la efectividad de los libros de autoayuda, ignorados por la mayoría de los críticos literarios, las opiniones son dispares. Miquel Masgrau, un médico de Cataluña y autor del libro El placer de dejar de fumar , dijo a la prensa de Barcelona que "toda buena literatura tendría que ser considerada de autoayuda, ya que expande la conciencia individual de cada lector y le suscita ideas nuevas que le pueden beneficiar en su vida cotidiana".
El filósofo Gustavo Bueno, profesor emérito de la Universidad de Oviedo, es más radical en sus apreciaciones y considera que los libros de autoayuda son "para débiles mentales". En su libro El mito de la felicidad. Autoayuda para desengaño de quienes buscan ser felices (2005), el autor considera que este género es patrimonio de profesores de filosofía, psiquiatras y psicólogos que "actúan como aficionados", además de advertir del fraude que encierra algunos de estos textos en los que se reproducen escritos de otros libros, de procedencia oriental en muchos casos, para hacerles pasar luego como propios.
Bueno lamenta la apropiación que ha hecho la sociedad de mercado de la felicidad. "Ahora ser feliz es un deber y el que no quiere serlo es un degenerado a ojos de la sociedad", añade el filósofo.