Histórico

Bailar con otras miradas

El Ballet Metropolitano quiere mejores bailarines, por eso organizó el segundo curso internacional de ballet.

10 de junio de 2014

Las pequeñas se ríen con lo que dijo el profesor, en otro acento. Fue algo chistoso, de un momentico. El resto de la clase ha sido de concentración, de pararse en punta de pies, de aprender movimientos, de corregir.

El Ballet Metropolitano de Medellín organizó, con apoyo del Mincultura, el Segundo curso internacional de Ballet, en el que participan 120 alumnos de escuelas de la ciudad. Los invitados son cinco maestros de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Cuba, con el modelo de curso internacional de verano.

Alice Arja es profesora brasileña, directora artística de la compañía de Ballet de Río de Janeiro y miembro del consejo de educación de Miami City Ballet. Una maestra preocupada por la formación y reconocida por ayudar a que los estudiantes se cualifiquen. Este año, por ejemplo, y como ya se ha hecho, se realizarán audiciones para otorgar becas para el curso de verano 2015 en el Miami City, bajo su dirección.

Alice conversa de la danza, "para mí aprender a danzar es aprender a vivir", y de Medellín, que considera su casa, y a la que ha venido varias veces.

¿Por qué es importante realizar un curso internacional?
"El curso internacional permite tener maestros de otras escuelas y otros países, en este momento que es muy importante para la danza del mundo. Toda Europa, E.U., América, están mirando la construcción de los bailarines latinoamericanos. Colombia tiene exportados chicos muy impresionantes y la idea es llevar más estudiantes afuera".

¿Por qué pasa la danza por un buen momento?
"La danza está como un pavo real, abierta, sin tantas exigencias físicas que el ballet clásico tenía y con progreso de otras modalidades como contemporáneo, jazz. Se convirtió en una ventana abierta con muchos espacios. Con eso los latinos empezaron a destacarse por la pasión, por las ganas que tienen. En la tradición pasada, la danza era estricta a los europeos, porque tenía una exigencia física. Con la modernidad, el ballet está más volcado a la expresividad y esto tenemos de sobra".

¿Qué caracteriza a los latinos?
"Muchos pensaron que nosotros jamás podríamos ser buenos en ballet clásico. Tenemos fuertes características folclóricas y creíamos que por lo físico teníamos que estar volcados a la libertad del movimiento, pero mucho ha cambiado. Las generaciones desde hace diez años para acá hemos hecho un trabajo muy fuerte con la técnica y somos muy estudiosos. Lo que hacemos en cada especialidad, como empezamos a mostrar una percepción física diferente y con nuestro talento, que además es interpretativo, el ballet clásico abrió las puertas para nosotros y hoy estamos en los festivales más importantes del mundo".

¿Hay talento en Medellín?
"Hay dos puntos que me llaman la atención. Primero, el físico, que no es tan latino como la verdad pensábamos. No hay mucha cola, no son tan largas, las caderas son estrechas, tiene buena línea de piernas y de pies y hay un punto que es impresionante, la inteligencia. Captan bien las enseñanzas que los maestros les dictan. Están muy bien. Hay que trabajar, porque vienen muchos resultados".

¿Cuál es la importancia de que ganen una beca, de que salgan?
"Para mí es muy claro, por todas las cuestiones que pasamos de valorización, por parte de la cultura del país. Cada chico que puede salir es una oportunidad de ser reconocidos en el mundo, que acá nuestro trabajo técnico es importante en cuanto a educación. Nuestro trabajo está dirigido a la educación de los jóvenes. La cultura latinoamericana es fuerte y queremos que el trabajo de la danza también sea reconocido en el mundo. Entonces, ¿qué estamos esperando para tener más compañías, más trabajo, más amplitud en nuestros países?".

¿Volverá a Medellín?
"A mí me encanta trabajar con los estudiantes de Medellín, con las maestras, que ya saben mucho, pero que están siempre con hambre de aprender más. Lo más valiosos es la forma como ellas quieren más, aunque ya saben".