Histórico

Bicicrosistas que rompen mito de las ciclas voladoras

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24 de octubre de 2009

Los ojos verdes de Sofía Arenas y la mirada picarona de Manuela Mazo hace rato que están posados sobre Mariana Pajón.

La múltiple campeona mundial de bicicrós es el punto de atención de dos de las más destacadas corredoras nuevas de esta disciplina paisa.

Ellas, Sofía y Manuela han colaborado con sus pedalazos para ayudar a cerrar la brecha de un deporte que ha sido considerado machista, pero en el que las damas son ganadoras.

Las tres han hecho sonrojar a sus rivales varones y hasta los han puesto a llorar con sus sucesivas victorias.

El trío también estará el próximo sábado en la competencia de esta modalidad del Clásico EL COLOMBIANO-Indeportes Antioquia que se disputará en la pista del Parque Ditaires de Itagüí.

La pareja de sardinas hace rato que sigue a la experta Mariana, que con su ejemplo e indicaciones, ha hecho más sólido el arranque deportivo de quienes pintan como buenos referentes de la rama femenina.

"Hay que querer el deporte; que lo hagan porque les gusta. Que nadie las obligue a que sean buenas deportistas. Pero para lograrlo se requiere mucho sacrificio, dedicación y mente positiva", les dice Mariana a manera de sugerencia a Sofía, que tiene 11 años, y a Manuela que ya cumplió los diez años.

La pareja que apunta prometedora al futuro y se destaca por sus repetidos triunfos ante los varones, obliga a los comentarios de sus rivales y de quienes admiran su potencial.

"Ellas siempre se destacan y son unas deportistas consagradas", resalta el gerente de la Comisión Antioqueña de bicicrós Martín Posada.

Sofía cuida sus palabras, pero los ojos le brillan cuando tiene a su lado a Mariana. Es despierta y se considera la mejor en matemáticas del quinto curso del colegio Vermont, donde estudia.

Manuela, que vence su timidez a punta de pedalazos, también cuenta que es buena estudiante y que hace el quinto año en la Presentación de Campo Amor.

Sofía lleva el bicicrós en su corazón y es feliz cuando habla de los deportes extremos, sobre todo los de velocidad. En tanto Manuela expresa su dedicación y saber superar momentos difíciles como los que vivió hace algunos meses atrás al aporrearse muy duro ambas manos, lo que obligó a una para de varias semanas.

"El bicicrós tiene accidentes. Yo me fracturé una clavícula, el brazo izquierdo; he sufrido esguinces y me quebré todos los dedos de las manos", les cuenta Mariana, mientras Sofía y Manuela abren tamaños ojos de asombro. Ya ellas tres saben cómo es de duro el asunto, de andar en medio de las bicicletas voladoras.