Bodas de oro del gran distribuidor
Cincuenta años no se cumplen todos los días, es el comentario que se escucha esta semana en Itagüí, en donde Víctor Salazar fundó hace medio siglo el Depósito San Pío.
Un 24 de marzo como hoy, empezó a funcionar el negocio familiar de donde ha salido la mayoría de materiales con los que se construyeron las casas del sector. La primera factura de un bulto de cemento que costaba 10 pesos es el reflejo de cómo han cambiado los precios y la empresa.
En cinco décadas, el Depósito San Pío se convirtió en un distribuidor mayorista de materiales. Pasó de ser el depósito de barrio a conformarse como una gran empresa con presencia en todo el departamento de Antioquia.
"Seguimos teniendo el nombre de barrio, pero San Pío salió hace muchos años de sus fronteras, hasta alcanzar con tesón y responsabilidad un amplio cubrimiento en el departamento", afirma el gerente del Depósito San Pío.
Servicio de calidad
El crecimiento de San Pío no podía ser posible sin un buen servicio, una virtud que inculcó su fundador.
El servicio se ha unido con la excelente calidad de los productos, el buen precio de éstos y el talento humano de los empleados.
"Nuestros empleados son reconocidos por nuestros clientes y proveedores como personas amables y respetuosas", explica el gerente de la empresa.
Por otros 50 años
En San Pío piensan en continuar llegando a cada rincón de Antioquia y establecerse en el eje cafetero y la costa atlántica, además de continuar proyectándose como el distribuidor mayorista de la construcción y pensando en importar materiales.
Los retos que se trazan son grandes, con el ánimo de sus socios y empleados, una correcta estrategia comercial y el mejoramiento de sus procesos, están seguros de continuar otros 50 años.