Histórico

Cadena ovina y caprina se exhibe como alternativa en Antioquia

El negocio con pequeños rumiantes deja la subsistencia para competir de lleno en el mercado.

22 de junio de 2014

La diversificación ha sido una de las notas destacadas de la presente versión de Expofinca, mostrando desarrollos agropecuarios distintos a los tradicionales y que son sólida opción para la industria.

La "vaca del pobre" como es considerada despectivamente la oveja en Antioquia, está empezando a ser una oportunidad de negocio nacional e internacional, por las ventajas que brinda el animal y la región para su producción a gran escala.

El potencial climático y ambiental tiene a Antioquia como una región con ventaja comparativa en la producción a gran escala de ovejas y cabras, de las que se extrae leche y carne tipo gourmet.

Un litro de leche pasteurizada de cabra se le vende al consumidor final en Colombia a un precio que está por el orden de los 5.000 pesos y un kilo de carne en pie está entre 4.000 y 5.000 pesos, esto frente a los 3.500 pesos que vale en promedio el kilo de carne bovina en pie. Incluso hay cortes de corderos que llegan a valer hasta 70.000 pesos el kilo.

Juan Carlos Mesa Valdés, representante de la cadena ovina y caprina de Antioquia, explicó que en el departamento hay un mal recuerdo de la carne de cordero porque "la que se comía era de cabros o chivos viejos, sin ninguna selección genética, ni cuidado, además pasados de edad".

Por eso se juntaron los actores de la cadena para mejorar la producción, cogiendo a todos los eslabones que están sueltos: productores, transformadores (quienes sacan los cortes tipo rack o producen quesos) los comercializadores y los de apoyo (dedicados a los insumos y a la investigación).

Ahora los caprinocultores y ovinocultores encuentran una oportunidad interesante de expansión porque antes criar estos animales era de mera subsistencia, ahora tienen una oportunidad mayor de cara a la competitividad del sector, afirma Juan Carlos Roldán Giraldo, propietario de la granja ovina Santa Sofía.

De otro lado, un ovinocultor apasionado con el sector es Daniel González, de la firma Racks, que le suministra carne de cordero de alta calidad a los más importantes restaurantes de mantel de la ciudad.

"Empecé con 10 ovejas hace unos 10 años, rápidamente se me creció el hato pero no había muchas oportunidades con este mercado. Nos dedicamos a estudiarlo y detectamos que la raza Santa Inés era la mejor y descubrimos que el negocio está en vender carne tierna de animales hasta los tres meses, calidad que es reconocida por chefs extranjeros que llegan a la ciudad".