Histórico

CENTRALISMO, CAUSA DE VICIOS

20 de marzo de 2013

La Constitución de 1991 habla de un país unitario y descentralizado. Algo que por fin se consiguió para terminar con un centralismo que se convirtió en freno para las regiones de Colombia. Y, además de freno, hizo que las regiones se volvieran mendicantes, como de hecho ocurrió.

Con pocas excepciones, los departamentos, distritos y municipios se volvieron mendicantes. No hacían ningún esfuerzo, todo se limitaba al deme, hágame, constrúyame. Nunca se hacía algo independientemente de lo que la capital pensara.

Consecuencia de lo anterior es lo que pasa en Yopal, Casanare. Un municipio y departamento que reciben las más grandes regalías que se debían invertir en servicios públicos, que le corresponde a departamentos y municipios. Pero no, las inversiones se volcaron en hacer obras innecesarias para el momento. Eran obras para recibir los aplausos y los votos de los electores. Velódromos, piscinas de olas, canchas y todo lo que quieran, o quisieran los votantes, y nada de servicios públicos domiciliarios.

Los acueductos y alcantarillados los deben hacer los municipios, no esperar a que los haga la nación. Esto me trae a la mente lo que pasa en Bogotá, la capital. El río Bogotá es uno de los más contaminados del país.

Hay que construir plantas de tratamiento de las aguas servidas. Bogotá está esperando que la nación se las haga. La razón para que sea la capital la responsable de la descontaminación es muy sencilla: el acueducto es de Bogotá, sus habitantes usan el agua que les proporciona y cobra el acueducto. Esas aguas ya utilizadas y contaminadas, van al alcantarillado, también propiedad del Distrito, y el alcantarillado las bota al río Bogotá, al que contamina y lo vuelve dañino para la salud.

Ahí viene lo razonable, quien contamina que no lo haga o que descontamine lo que contaminó (toda una repetición pero así queda más clara la razón). Lo anterior es consecuencia del centralismo que ha imperado en Colombia; lo que le correspondería a la Nación, a veces, lo tienen que asumir los municipios o departamentos y al contrario, lo que corresponde a los municipios y departamentos, se le pide a la Nación.

Como ejemplo podemos citar algunos: la seguridad es función del Gobierno Nacional, pero muchas veces los municipios tienen que entregar vehículos y locales a la Fuerza Pública.

Los municipios, como ya lo dijimos, tienen que atender los servicios domiciliarios, pero se los piden, o exigen, a la nación. La justicia es función de la nación, muchas veces los municipios y departamentos deben aportar elementos y edificios para los juzgados, o fiscalías regionales. Los parques, zonas deportivas, centros de recreación son de los municipios, pero muchas veces se los piden a la nación.

Podríamos seguir hablando de los compromisos de cada ente territorial que no se cumplen, pero se los piden a otros, pero con lo citado creo que es suficiente. Lo importante es hacerlo notar para que se corrija y se implemente una verdadera descentralización para el desarrollo de los municipios y de las regiones y, con ello, el desarrollo de Colombia. El centralismo nos convirtió en mendigos, y los mendigos no tienen futuro.