Histórico

Chaca: "fui un jugador muy limpio"

DESPUÉS DE 23 años en el fútbol, este defensor, nacido en Urabá, pero que se considera chocoano, le dijo adiós al fútbol. Montó una escuela. "Hoy siento tristeza por irme del deporte que amo".

28 de febrero de 2011

Cuando el Chaca saltó al campo por primera vez como profesional, 15 de sus compañeros ni siquiera habían nacido.

Ninguno era profesional en el fútbol, y unos pocos tenían uso de razón. Y así, Evert Antonio Palacios Palacios dejó el fútbol competitivo.

Pasaron 23 años desde su debut con el Pereira, en 1988. El Chaca dijo adiós, con la ajedrezada del Boyacá Chicó, el domingo ante el Deportivo Cali.

¿Por qué decidió irse de un momento a otro?
"Porque durante los últimos partidos me di cuenta que ya no era el Evert Palacios de siempre. Es mejor no arrepentirse: dejar uno el fútbol y no que el fútbol lo deje a uno. El cuerpo envía señales y uno debe aceptar que lo mejor es irse".

¿Qué sentimiento lo invade en este momento?
"La nostalgia. No es fácil saber que ya no voy a sentir el camerino ni los nervios antes de cada partido".

¿Consultó el retiro con su familia?
"Sí. Mis seres queridos me preguntaron que cómo me sentía y qué pensaba. Y tomé la decisión".

¿Y ahora está tranquilo?
"Sí, porque logré cosas importantes. Tuve la fortuna de jugar hasta los 42 años, fui campeón cuatro veces, jugué en grandes equipos de Colombia, también actué en el exterior y, como si fuera poco, estuve con la Selección en un Mundial. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?".

¿Piensa seguir en el mundo del fútbol?
"Sí. De hecho esta semana comencé con mi escuela en Tunja y también tengo un proyecto sub19 en Chiquinquirá".

¿Estabilidad económica?
"No soy millonario, pero tampoco me voy a morir de hambre. Espero tener una vida tranquila al lado de mi familia, sin que nada nos falte".

¿Era mejor el fútbol de antes?
"Claro. Un ejemplo, para debutar tenías que prepararte mucho tiempo en divisiones inferiores".

Un mensaje...
"A los futbolistas que están comenzando, que los sueños hay que perseguirlos, y cuando los alcancen, hay que perseverar para mantenerse. Y a quienes conocí a lo largo de mi carrera, muchísimas gracias".

Su mayor alegría en el fútbol...
"La máxima fue el primer título que gané con el Cali en 1996, después de 22 años en los que el equipo no había alcanzado una estrella. Y claro, también el Mundial que jugué: Francia 1998. Muchos grandes jugadores no han podido estar en la máxima fiesta del fútbol".

Y su mayor tristeza...
"Ninguna. Aunque diría que hoy siento tristeza por irme del deporte que amo".

Nació en Apartadó (Antioquia). ¿Qué tanto tiene de paisa y qué tanto de costeño?
"Ninguna de las anteriores (risas). Yo me siento más chocoano".

El delantero que más lo hizo sufrir...
"Muchos, pero recuerdo al Niche Guerrero por su velocidad, al Ferry Zambrano por su habilidad y al Kiko Barrios por su juego aéreo".

¿Y a qué delantero anuló siempre?
"A todos los que enfrenté les di guerra (risas)".

¿Qué colega le sacó la piedra?
"No hay uno en especial, pero es la hora que no soporto a los que simulan. No los alcanza uno a tocar y se tiran como si los hubieran matado".

Su equipo del alma...
"Soy hincha del Medellín, club en cuyas inferiores me inicié".

¿Ahora ya puede calificarse: qué tal el Chaca como futbolista?
"Fui un jugador muy limpio (risas)".