¿Multas, el único correctivo eficiente?
Parece que el único mecanismo que se les ocurre a quienes hacen las leyes relacionadas con el tránsito automotor para corregir, mejorar o enmendar cualquier cosa es el de las multas, correctivo "más eficiente" cuanto más costoso.
La necesaria reforma al Código Nacional de Tránsito da a los ponentes la oportunidad de inventarse una nueva multa, bastante desproporcionada, $461.500, como si el nuestro fuera un país donde sólo la represión y las medidas de fuerza funcionan. ¿O será así?
Si bien es cierto que las demoras en los semáforos se presentan algunas veces por cuenta de la venta callejera, es necesario considerar que para muchos de estos vendedores es su único medio de subsistencia. Deben dárseles opciones de trabajo, que sería el principio lógico de tales medidas, pero no, aquí sucede al revés, primero los sacan del camino y después, si pueden, buscarán alguna solución.
Como nadie se expondrá a ser multado, ni mantendrá un metro a la mano para verificar si está a más de 200 metros del semáforo, es fácil suponer que un gran número de estas personas tendrá que buscarse otro medio de vida. ¿Cuál?
Y si como sucede frecuentemente, los limpiadores de vidrios no preguntan, empiezan a limpiar sin autorización, ¿a cuál de los dos multarán?