Histórico

Clamor por Javier y miles más

28 de noviembre de 2008

Hoy, cuando miles de pancartas con las imágenes de colombianos secuestrados inunden las calles de las principales ciudades, en Medellín la foto de Javier Antonio Torres volverá a sobresalir entre la multitud.

Sus familiares volverán a marchar por la libertad de todos los secuestrados y de su ser querido secuestrado por las Farc hace 20 años.

A pesar de tanto tiempo transcurrido, de la falta de noticias suyas desde el principio de esta separación forzada, la familia no pierde la esperanza de ver libre a su hijo y aún se resiste a creer que pueda estar muerto.

En las marchas anteriores, cientos de personas que se movilizaron en solidaridad con las víctimas del secuestro conocieron la dolorosa historia de esta familia.

A la última movilización, el pasado 20 de julio, Los padres y unos amigos asistieron con camisetas estampadas con su foto y una pancarta con su imagen y su clamor: "20 años esperándolo, déjenlo regresar".

Su padre, Benildo Torres, no pudo ocultar entonces su amargura. "Ha sido un dolor profundo, prolongado e inaguantable. A mi hijo lo secuestraron y nadie más se acordó, hemos tocado muchas puertas, pero solo a nosotros que lo lloramos le importa".

La pesadilla empezó en 1987, cuando Javier, a pocos meses de completar 21 años, prestaba servicio militar obligatorio. Quería terminar esta etapa e iniciar su carrera de derecho, para la que ya estaba inscrito en la universidad de Medellín.

Pero un día de abril, la guerrilla atacó el municipio de Andes y una caravana militar fue enviada a la zona. Javier condujo uno de los camiones, pero en Betania, las Farc emboscaron los vehículos militares y lo plagiaron.

Como muchos familiares de secuestrados, la familia de Javier Antonio siente en cada marcha que la sociedad civil reaccionó y se solidariza con las víctimas.