Deslizamiento en vía Bogotá-Villavicencio dejó cuatro muertos
Un derrumbe sobre la vía Bogotá - Villavicencio en el kilómetro 46 (entre los municipios de Quetame y Guayabetal en Cundinamarca) dejó por lo menos cuatro muertos y 11 heridos. Se calculó que el alud de tierra que cayó sobre este sector fue de 30 mil metros cúbicos de tierra.
La emergencia comenzó hacia las 8:15 de la mañana cuando un alud de tierra taponó totalmente esta carretera. El director del Instituto Nacional de Concesiones (Inco), Álvaro José Soto, reportó que tras ese primer deslizamiento "con el apoyo de la Policía de Carreteras se pudo retirar el mayor número de vehículos que allí se encontraban. Pero minutos después cayó otro alud dejando atrapados a seis vehículos particulares y un bus de la flota La Macarena".
Precisamente, los 45 pasajeros que se movilizaban en este automotor, que cubría la ruta Villavicencio - Bogotá, fueron los más afectados.
El derrumbe
Las personas que se encontraban en los carros particulares fueron evacuadas a tiempo, por lo que las víctimas fueron los pasajeros del bus.
En primera instancia, tres personas -Claudia Marcela Blanco de 18 años, Carlos Monroy y una señora de 55 años sin identificación- murieron a causa del alud de tierra. La cuarta víctima fatal -Jennifer Alexandra Barreto de 24 años de edad- falleció mientras era atendida en el puesto de salud de Guayabetal (Cundinamarca).
La directora de la Oficina Nacional para la Atención de Desastres, Dpad, Luz Amanda Pulido, aseguró que "aún no se ha hecho el levantamiento de las tres personas que murieron. Se está esperando que una retroexcavadora pueda habilitar el paso para poder sacar estos 3 muertos de la zona".
Según información del Ministerio de la Protección Social, hay 11 lesionados de los cuales 6 fueron remitidos al Hospital Departamental de Villavicencio y 5 son atendidos en el Centro de Salud de Guayabetal.
Los nombres de cuatro de ellos son: Gustavo Varela de 19 años de edad, José Luis Valera de 12 años, María Dolores Cruz de 54 años y Óscar Carrillo también mayor de 50 años.
El gobernador de Cundinamarca, Andrés González, señaló que "hay complicaciones porque en la zona siguen cayendo grandes rocas y lodo. Resulta fundamental terminar la vía alterna al llano en el mayor tiempo posible para resolver esta situación".
Inestabilidad del terreno
Además, el temblor de 5.7 grados en la escala de Richter que sacudió al municipio de Quetame (Cundinamarca) el pasado 24 de mayo y las intensas lluvias han generado mayor inestabilidad en el terreno.
Según el director de la Defensa Civil de Cundinamarca, coronel Eugenio Alarcón, el terreno de esta vía está muy inestable y se van a seguir presentando derrumbes, por lo que la vía permanecerá cerrada por lo menos dos días más.
Mientras se remueven los 30 mil metros cúbicos de tierra caídos sobre esta importante vía del país, la Policía de Carreteras recomienda a los viajeros tomar las vías alternas.
Los sobrevivientes
Uno de los pasajeros del bus La Macarena relató cómo se salvó de morir sepultado por el alud de rocas que cayó sobre la vía. Recordó que segundos antes se bajó del vehículo para descansar.
Mientras señalaba el bus donde quedaron sus compañeros de viaje, Luis Antonio Liberato, contó: "nosotros veníamos del Casanare, paramos en Villanueva, ahí se subieron otras personas y lo mismo pasó en Villavicencio. Ya cuando veníamos en la carretera nos pararon acá porque adelante se había presentado un derrumbe, estuvimos acá como media hora y la gente empezó a bajarse para orinar y estirar las piernas".
Agregó: "Cansados ya, entonces yo también me bajé; cuando comenzó a caer esa cantidad de piedras grandes, yo corrí hacia el barranco y salí corriendo para arriba, casi me lleva a mí también".
Con una gran angustia que se refleja en su rostro y mientras observaba lo que quedó del bus, dijo que si no hubiera sido porque la gran mayoría de los pasajeros estaba fuera del vehículo, la tragedia habría sido incalculable.
Entre tanto, el capitán Richard Rosero de la Policía de Carreteras, afirmó: "nosotros llegamos al lugar del derrumbe y cuando vimos que la situación se volvía cada vez más crítica, hicimos devolver muchos carros pequeños para que no se quedaran atrapados en la vía, logramos evacuarlos a todos, pero los tres vehículos que resultaron afectados no pudieron devolverse por el tamaño de los mismos".
El conductor de uno de los carrotanques que quedó detrás del bus de la Macarena, comentó que vio el momento en que las piedras se estrellaban contra otro vehículo igual al de él y contra el vehículo de servicio público.
"Eso fue impresionante, las piedras caían y caían y la gente del bus corría para guarecerse, pero algunos no lograron salir. A mi compañero de la mula, que iba adelante de mí, le cayeron muchas piedras y lo hirieron. Se lo llevaron para el hospital pero hasta ahora no se cómo está", sostuvo Vennur Hernández, conductor de uno de los vehículos afectados por la caída de las piedras.