Histórico

Colombianos buscan en Israel su tierra prometida

01 de enero de 1900

  • Controles se han hecho más estrictos para entrar a ese Estado.
  • Algunos han pagado con su vida la búsqueda de un mejor futuro.
  • La inmigración ilegal también tiene como ruta este país de Medio Oriente.
Por
Adriana Puerta
Colaboración especial
Jerusalén, Israel

A Jaime lo sedujo Israel hace nueve años y desde entonces vive como uno más de los miles de colombianos que, sin documentos en regla, trabajan en ese país del Medio Oriente.

En un mes puede ganarse el equivalente a 2,5 millones de pesos en labores de limpieza y pintura. "Eso no me lo consigo tan fácil en Colombia. Además, si me fuera para un país de Europa o a Estados Unidos, no podría ahorrar ni vivir tan fácil como aquí. Aunque tengo que trabajar muchas horas y me cuesta ganarme la plata, además de ahorrar, puedo enviarle dinero a mi familia".

Recuerda que viajó a este país porque "un día, en medio de una comida, una prima dijo que en Israel había empleo fácil, otros colombianos que podían recibirme y ayudarme al principio. Y lo más importante: no me pedían visa".

Estas facilidades hicieron que muchos compatriotas vieran en Israel la tierra para hacer realidad su sueño americano y, luego de tres meses de residir de manera legal, optaban por vivir como ilegales.

Pesadilla
Pero el sueño se convirtió en pesadilla para Aurora Restrepo y Luz Adriana Ocampo, cuyos cuerpos fueron encontrados el pasado 20 de agosto en el desierto del Neguev, entre Egipto e Israel.

Al parecer, las dos mujeres iban a ingresar a Israel como turistas, para buscar un empleo que les permitiera subsistir allá y enviar dinero a sus familias en Colombia.

Pero fueron abandonadas por sus guías en medio del desierto y fallecieron.

Las autoridades israelíes, colombianas e Interpol están tras las pistas de una organización ilegal que ofrece un fácil acceso a Israel por este camino, a un costo promedio de 2.000 dólares, pero que ha llegado incluso a la retención ilegal de personas, para obtener más dinero de sus familias.

La banda, según una fuente de seguridad hebrea que pidió reserva de su nombre, está conformada por beduinos -nómadas que viven en el desierto-, colombianos e israelíes, sobre los cuales ya existen algunos indicios para su detención.

La vía del desierto es escogida por estos traficantes de personas, debido a que el control migratorio allí es menos estricto que en el aeropuerto internacional David Ben Gurión, de Tel Aviv.

Controles
A raíz de lo ocurrido con las dos mujeres, los controles en Israel se han intensificado de forma notoria.

Cuando un colombiano trata de ingresar al país, los encargados de la seguridad se cercioran de si el visitante es judío -el Judaísmo es la religión oficial y por eso solo se le otorga la ciudadanía a los judíos que llegan y quieren quedarse- si tiene familia en el país o cuál es la razón de su viaje.

Si la explicación o los motivos no son convincentes, el visitantes es deportado. Si logra pasar los controles, recibe una visa de turismo por tres meses. Después de este tiempo, si no sale del país o no logra la renovación de su visa, se convierte en ilegal.

Esto es lo que han hecho muchos de los ilegales que actualmente se encuentran en Israel. Después de unos días, se contactan con otros ilegales, se dedican a limpiar, pintar o reparar casas y tratan de cuidarse y evitan los controles de las autoridades.

Con el comienzo de la primera Intifada -levantamiento palestino- en 1987, el gobierno Israelí de aquel entonces cerró sus fronteras a miles de palestinos que trabajaban en Israel en limpieza, mantenimiento o construcción.

Con la medida, surgieron vacantes que empezaron a ser cubiertas por africanos, ecuatorianos, filipinos, rumanos, rusos y colombianos.

De esta manera, los trabajadores ilegales llegaron, en su época cúspide, a sumar más de 300.000. De América Latina había más de 40 mil y de Colombia unos 15.000, que hoy son unos 2.500, según estimativos oficiales.

La reducción se debe a que, desde hace unos cinco años, el gobierno hebreo tomó medidas para disminuir el número de trabajadores ilegales y la policía comenzó a efectuar operativos para deportarlos.

Las redadas se volvieron comunes en algunos sitios frecuentados por colombianos, en especial la discoteca Casa de la Música, en Tel Aviv.

Pero eso no hace desistir a muchos. "Todo empezó con un rumor y al final el asunto se convirtió en una cadena. El uno le dice al otro y así se fue dispersando la historia y más gente se fue animando a venir. No fue un país que elegimos, simplemente el rumor se dispersó y las cosas se dieron", recuerda Jaime sobre su salida.

Israel is a magnet for Colombians
Many Colombians opt for starting a new life in Israel, even if it means illegally, as there are good job prospects there and one does not need a visa to get in.

Israel is so attractive that groups of traffickers have come up. The traffickers help get people to the country, but sometimes steal their money and abandon them in the desert, endangering their lives.

Approximately 2,500 Colombians live in this Middle Eastern country without the necessary documents.

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