Con nueve mapas los niños aprenderán historia
Hubo una época en la que Colombia, Venezuela y Ecuador eran un mismo país. Aunque suene a cuento de hadas corría el año de 1822 y la Gran Colombia integrada por tres departamentos era la materialización del sueño del libertador Simón Bolívar.
De esta integración da fe uno de los nueve mapas que conforman el Atlas Histórico de Colombia, presentando por María Cecilia Donado, alta consejera para el Bicentenario y el historiador Juan Camilo Rodríguez.
Se busca que a través de las imágenes sea más comprensible la historia del país hasta llegar a la constitución de una República integrada por 32 departamentos.
Por eso durante la presentación, María Cecilia Donado resaltó que se trata de una herramienta pedagógica que se pondrá a disposición de colegios y bibliotecas de todo el país como herramienta para entender lo que ha sucedido en estos 200 años de independencia.
Para Ana Patricia Villota, asesora de la Alta Consejería para el Bicentenario, uno de los méritos de la publicación es que cada uno de los mapas incluye un elemento que permite comprender la realidad colombiana.
Por ejemplo, el mapa que muestra la Gran Colombia y otro elaborado en 1852 por Tomás Cipriano de Mosquera con base en un trazado de Agustín Codazzi -en el que se ven unos límites precarios con los países vecinos- son la prueba de que la cercanía con Ecuador y Venezuela no es solo geográfica.
¿De dónde salió?
La idea, llegó casi por accidente, según cuenta Ana María. Una tarde cuando visitó la revista Credencial (socia estratégica en la celebración del Bicentenario) vio varias imágenes que llamaron su atención.
Eran mapas antiguos pegados en la pared de una oficina y que según ella se convertían en un documento histórico de gran valor.
De inmediato se discutió la posibilidad de hacer el atlas. Credencial hizo la investigación histórica que incluye los nombres de los presidentes de la época, el contexto histórico que se presentaba y algunos datos curiosos que pueden generar interés como las estadísticas de población o las constituciones que han regido. El reto fue presentarlo en un lenguaje apto para todos.
El Banco de Occidente corrió con los gastos de impresión de cerca de 20.000 ejemplares, que son plastificados para que los niños de las escuelas puedan usarlos.
De ellos 16.500 serán repartidos en instituciones públicas de todo el país por el Ministerio de Educación dentro de la Caja Bicentenaria que se comenzará a repartir a partir del 1 de septiembre. El Banco de Occidente entregará 2.500 a colegios y bibliotecas privadas. El Ejecutivo se quedará con unos 800 ejemplares para repartir en las Embajadas, la Comisión de Honor del Bicentenario, entre otros.