Histórico

¿Crecerá el voto en blanco?

En esta etapa la alta intención de voto en blanco es para tomar nota, y no tanto para alarmarse. Las campañas apenas comienzan, y las preferencias electorales son aún incipientes.

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12 de noviembre de 2013

Decíamos el pasado 2 de noviembre, al comentar la encuesta trimestral de Gallup Colombia sobre imagen favorable de funcionarios e instituciones, que con ella no se debía sacar conclusiones sobre intención de voto. El objeto de esa encuesta tenía otra naturaleza.

Y el primer gran sondeo sobre intención de voto lo publicamos ayer, también hecho por Gallup Colombia, que abre una serie de encuestas que publicaremos de aquí a las elecciones presidenciales.

El primer impacto de la encuesta fue la alta intención de voto en blanco: si las elecciones fueran el próximo domingo, casi 31 de cada cien votantes no sufragarían por ninguno de los candidatos del tarjetón. No es ya que no quieran votar, o vayan a abstenerse, como ha sido históricamente usual: es que, hoy, ningún candidato les gusta.

Ese resultado va de la mano con la baja aceptación de los partidos políticos y su falta de capacidad de convocatoria: 24,3 % de los encuestados declaran que no se identifican ni pertenecen a ninguna organización política.

Los partidos se van diluyendo para casi todo, salvo, precisamente, para la época electoral, donde vuelven a intentar movilizar su organización interna y aceitan sus maquinarias electorales.

No obstante, el votante atiende ahora más que todo a los líderes que jalonan a sus partidos o movimientos. Son las personas que asumen el liderazgo de su bandera política las que atraen votantes, y no el partido al que pertenezcan.

Lo tenemos ahí reflejado: en tan poco tiempo de conformación, y apenas en proceso de recolección de firmas, el Uribe Centro Democrático ya marca en esta encuesta como el primer movimiento político, por encima del Partido Liberal (con décadas de historia a su espalda), de La U, y ya ni se diga del Partido Conservador, perdido y sin rumbo.

Pero el movimiento que en esta oportunidad lleva en su identificación el apellido de quien lo acaudilla, no es, para confirmar la realidad política y electoral a la que aludimos, el que puntea en intención de voto a la elección presidencial. Ahí, luego del voto en blanco, el primer lugar lo ocupa el presidente Juan Manuel Santos, así su partido (el de hoy día, no sabemos el del futuro inmediato) sea el tercero, luego de haber barrido en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2010.

Juan Manuel Santos, a quien suponemos como candidato a la reelección, someterá su nombre por segunda vez en su vida a una elección popular. Aunque atendiendo a la verdadera realidad de las cosas, es quizás la primera. Para la elección de 2010 llevaba el ropaje de la Seguridad Democrática uribista, del cual se despojó pronto. Gran parte de su elección se hizo en cuerpo ajeno. El año entrante será, por vez primera, candidato tal como se presenta por sí, o, por lo menos, como lo miran los colombianos. Su imagen favorable en la encuesta de hace dos semanas era del 29 %, pero ahora su intención de voto es del 27 %, pero con ventaja sobre los demás.

El candidato uribista Óscar Iván Zuluaga, de prácticamente no registrar en las encuestas, pasa al segundo lugar. Puede, aún, crecer mucho, además de las coaliciones que de aquí a mayo pueda concretar, siempre y cuando no radicalice hasta tal punto su propuesta que cierre el paso a opciones moderadas de centro.

El voto en blanco, en fin, puede irse diluyendo, si tenemos una campaña que no se reduzca al insulto, a la propaganda negra ni mucho menos a la violencia física o verbal.

Contraposición

Juan Manuel Santos podrá ir a la reelección con muy buenos resultados

Por
Augusto Posada Sánchez
Representante a la Cámara por Antioquia, Partido de La U.

Veo esta encuesta de forma muy satisfactoria. La misma firma, asumimos que bajo la misma metodología, le dio al presidente Santos el 21 % de imagen favorable, en medio de los paros. A los 2 meses le da el 29, un incremento de 8 puntos. Y a los cuatro días, sube 8 más en favorabilidad. Esto me deja muy satisfecho.

Ahí tenemos un ejemplo internacional: Barack Obama, semanas antes de la elección, tenía una popularidad del 38 %. Esto me lleva a pensar que con los buenos resultados que puede y va a empezar a mostrar el Gobierno (desempleo más bajo del 9 %, infraestructura, índices económicos) no hay ninguna duda de que si el presidente Santos anuncia que va por la reelección, no va a encontrar ningún inconveniente. Y analizando también las tercerías. Con toda la publicidad por su convención, el Centro Democrático sube 12 puntos, que es un incremento tímido, y además no ha hecho coaliciones, están solos.

La estructura de los partidos de la Mesa de Unidad Nacional es fuerte, a pesar del desgaste natural. No tengo conocimiento directo de la decisión del Presidente de lanzarse a la reelección. Por las señales, intuyo que sí. Desde el corazón, espero que lo haga, y no tengo ninguna duda de que la ganaremos, posiblemente en segunda vuelta.