Cristian Bonilla guarda las llaves del arco
SOLO HA RECIBIDO un gol en tres partidos y es uno de los arqueros menos vencidos del Mundial sub20. Dice que en el equipo todos son obreros. Es el más joven del conjunto. "Esta actuación es como una revancha del Suramericano pasado. Quiero ser el mejor del torneo".
Un solo gol en contra en tres partidos dan cuenta de la calidad de guardián que Colombia tiene en el arco. Serio y aplomado, el manizaleño Cristian Bonilla Garzón es el encargado de darle esa seguridad al equipo sub20, que mañana disputará ante Costa Rica un cupo entre los ocho mejores seleccionados del Mundial.
Cristian habla con soltura, pero es calculador. A pesar de ser, junto al antioqueño Sebastián Pérez, los dos jugadores más jóvenes del plantel nacional, sus respuestas son aterrizadas y reflejan a un muchacho bien formado, que tiene muy claro su presente y sabe para dónde va.
Una muestra de su madurez se refleja cuando, en medio de la euforia, algunos periodistas le dicen que ya alcanzó alta cotización internacional y que vendrán contratos muy atractivos, ante lo cual responde que hoy su mente está puesta únicamente en este torneo.
"Gracias a Dios no me han llegado comentarios que me puedan desviar, solo estoy pensando en el Mundial. Quiero ser campeón y ser el mejor arquero del certamen, luego vendrán las otras cosas", advierte con la seriedad que lo caracteriza.
Su posición dentro del grupo es clara y la expresa basado en la experiencia que le ofrecen 15 convocatorias a los seleccionados juveniles. Dice que en el actual grupo que orienta el técnico Eduardo Lara "nadie es estrella, todos somos obreros, desde James Rodríguez que es el más experimentado y se ha puesto el overol. Eso es importante para el colectivo".
Cristian señala que en la Sub20 todos están mentalizados y tranquilos, "con los pies bien puestos sobre la tierra. A pesar de los nueve puntos que sumamos, todavía no hemos ganado nada". Y agrega que con paciencia encararán a los próximos rivales en su lucha por llegar, por primera vez, a una final mundial.
Si bien en la fase de grupos los elogios fueron para el goleador Luis Fernando Muriel, James Rodríguez, Michael Ortega y Santiago Arias, el papel de este guardavallas de 1,87 metros de estatura y 82 kilos de pesos resultó determinante. La presentación más convincente y él lo reconoce, fue en el partido frente a Malí, en el que los africanos hicieron que el caldense mostrara toda su calidad en el arco.
Aunque hasta el momento la base de la defensa se ha mantenido, excepto el cambio obligado de Arias, por lesión, Cristian admite que con todos se siente bien protegido. Y se apoya en el largo tiempo que han compartido en los distintos procesos que han cumplido juntos desde de la Sub17.
A la hora de reconocer los aportes que ha recibido, Bonilla menciona a José María Pazo en las selecciones, desde que tenía 15 años. Pero de inmediato se refiere a Diego Rojas en el Once Caldas (ahora con el Junior) "que me enseñó muchas cosas", al profesor Penagos en el Chicó (pasó a Patriotas) y al entrenador Eduardo Lara. "Estoy muy agradecido con ellos, porque dejaron un pilar en mi formación. Sabía que los frutos iban a llegar y ahora estoy mentalizado para dar lo mejor y nunca bajar los brazos".