Histórico

Crossfox es un urbano salvaje

Un vehículo que entra a un segmento que cada día tiene más adeptos por su estilo algo rudo.

22 de junio de 2012

Todo parece indicar que es un segmento desarrollado casi exclusivamente para atender las necesidades, o las peticiones de clientes ubicados en esta parte del mundo, América.

En Europa o Estados Unidos estos vehículos no ruedan, o en muy pocas unidades. En estas regiones la distinción es clara: un carro para la ciudad o un carro para el campo, pero el híbrido que representa este modelo, y otros competidores en el mercado, no existe.

Hablamos de la tendencia, cada vez más creciente de desarrollar referencias de vehículos, o modelos exclusivos cuya característica principal es la de ser automóviles, pero con una pinta de todo terreno que invita a ir más allá del garaje de la casa y la zona de estacionamiento en la oficina o el centro comercial.

Vehículos que tienen una altura mayor del piso que aquellos que le dan origen, en algunos casos con llantas en medidas y labrados diferentes, con molduras o extensiones que les dan más cuerpo en su diseño.

Y a estas características responde el modelo probado por EL COLOMBIANO en días recientes y que la casa Volkswagen trajo en una versión mejorada.

Se trata del Crossfox. En su primera incursión el modelo generó algunas críticas por su configuración y por su precio, superior a los 50 millones de pesos.

Versión renovada
Esta segunda generación corrige varios de estos aspectos y llega con un precio mucho más cómodo, de 39.9 millones de pesos hasta junio, o 43 millones luego de esta fecha.

Con un diseño mucho más limpio que en su parte frontal comparte las líneas generales que está trazando la marca alemana en todos sus modelos, sin importar su fuente de origen (en este caso Brasil).

Su altura y sus formas propician un espacio interior amplio y cómodo para cuatro personas. La silla del conductor con regulación de altura y longitudinal propicia la oportunidad de lograr el mejor espacio, dado que los pedales están ubicados en una posición alta, que en un primer contacto puede generar incomodidad. Goza de un buen perímetro de visibilidad que facilita las labores de sobrepaso o de reversa por ejemplo, y el control de lo que sucede en la ruta para conducir con mayor seguridad.

El vehículo, con su motor de 1.6 litros ofrece un rango de torque que se puede comenzar a sentir desde las primeras vueltas del motor, poco después de las 2 mil revoluciones. Cuenta con una elasticidad que permite a quien lo conduce encontrar un manejo regulado, sin sobresaltos y en el que afrontar ascensos en pendientes pronunciadas, no depende exclusivamente de un uso excesivo de la caja de cambios para recoger y luego volver a avanzar a una marcha superior.

Sin tener una aceleración picante, porque no es su propósito, sí se mueve de manera alegre en vías con mayor libertad. Y se desenvuelve de manera muy ágil para las situaciones urbanas. Para ser un carro familiar, la suspensión tiende a ser un poco más dura de lo esperado, pero sí tiene la ventaja de dejar muy bien marcado sobre el piso su paso.

Volkswagen entra con este modelo en un segmento en el que ya se encuentran marcas como Renault, Citroen y Fiat; y que atrae a quienes sin querer el 4x4 buscan un auto para perderse de vez en cuando.