Cuatro muertos en ataque suicida en Afganistán
Un atacante suicida en carro bomba detonó este sábado sus explosivos afuera de la embajada de Alemania y de una base estadounidense en Kabul, matando a cuatro civiles afganos y dejando a otros 20 heridos, dijeron funcionarios y testigos.
Un camión de limpieza de fosas sépticas y varios vehículos ardían en el lugar y había manchas de sangre en el camino, mientras la policía cargaba los cuerpos de tres personas en la parte trasera de una camioneta y transportaba a varios heridos a hospitales cercanos, dijo un testigo.
Los heridos fueron llevados al hospital de emergencias más cercano y uno murió en el camino, dijeron funcionarios médicos.
Seis soldados estadounidenses también resultaron heridos por la explosión, pero ninguno de ellos murió, indicó un portavoz de las Fuerzas de Estados Unidos en Afganistán.
Un primer comunicado del Ejército estadounidense sostuvo que dos de sus soldados habían fallecido y que 12 estaban heridos, pero más tarde un portavoz precisó que la declaración era equivocada, señalando que había 6 militares heridos y ninguna baja estadounidense.
La explosión fue el resultado de un ataque suicida, señaló un portavoz del Ministerio del Interior, pero no pudo confirmar la cantidad de víctimas.
El blanco
El suicida realizó su ataque en un camino rodeado por barreras de concreto de elevadas que se extienden entre la embajada de Alemania y Camp Eggers, el cuartel general de una unidad estadounidense que transporta al Ejército afgano y la policía.
Un portavoz de la fuerza estadounidense basada en Camp Eggers dijo que tres soldados habían sido trasladados a un hospital militar en Bagram, la principal base de Estados Unidos al norte de Kabul.
Ningún alemán resultó herido en la embajada, según aclaró una portavoz.
Familiares de las víctimas mortales se reunieron en las afueras del hospital de emergencias. Una mujer de mediana edad se golpeaba la cabeza y gritaba tras recibir la noticia de que su hijo había muerto.
Los militantes talibanes, que luchan por derrocar al Gobierno afgano apoyado por Occidente y expulsar a las tropas extranjeras, han lanzado cientos de ataques suicidas en los últimos dos años, pero la mayoría de las víctimas han sido civiles afganos.
Si bien la influencia de los insurgentes talibanes se ha extendido más allá de sus bastiones tradicionales en el sur y este del país a las zonas más cercanas a la capital, hubo menos ataques en Kabul el año pasado que en el 2007, debido a la instalación de más puestos de seguridad de la policía en la ciudad.
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, ha prometido convertir a Afganistán en una prioridad de su política exterior después de que asuma el cargo el martes y se espera que apruebe un aumento de soldados en el país desde los 30.000 actualmente desplegados.