Histórico

Cuerpo de Iván aún no regresa de Perú

08 de abril de 2010

El pasado martes 30 de marzo el antioqueño Iván Arango conducía una moto por las carreteras de Perú con el único sueño de recorrer Suramérica de extremo a extremo. Su ideal acabó en Trujillo, cuando chocó contra una camioneta del Estado peruano en la vía Panamericana Norte, a la altura del kilómetro 574. Iván perdió la vida de manera inmediata.

Han pasado diez días de ese trágico hecho y sus amigos todavía no saben cuándo llegará el cuerpo de Iván a Colombia y la incertidumbre crece con las horas.

El motociclista, que viajaba sólo y sin papeles, fue identificado gracias a que el casco tenía escrito su nombre.

Más de una semana después del accidente el cuerpo del paisa aún está en Perú y solo el pasado lunes la familia pudo iniciar el proceso de repatriación por la prolongada semana festiva.

Todo el camino que requiere el regreso del cuerpo sin vida de Iván a su natal Medellín se realiza con la ayuda del seguro de viaje del motociclista y necesita, además, de la validación de documentos por parte del Consulado en el vecino país.

Una familia destrozada
Para Iván su mayor orgullo eran sus dos hijas, a las que visitaba con frecuencia.

Su pasión eran las motos y le consumían buena parte del tiempo. Sus amigos y familiares lo recuerdan como un gran compañero de viaje y un padre responsable.

Para Iván, este era el tercer viaje por Suramérica y a sus 48 años soñaba con recorrer el mundo entero en moto, proyecto que comenzó a desarrollar hace cuatro años con las primeras salidas con sus amigos a largos trayectos.

Su gran travesía inició con el recorrido Colombia-Argentina, que lo hizo acompañado de un amigo que se detuvo en Buenos Aires para cumplir con compromisos en esa ciudad. Iván siguió solo. Paró en Lima y su próximo destino era Quito.

"A él no le importaba hacerlo solo. Siempre aprovechaba cualquier momento para salir en moto", comenta el tipeador Darío Rada que conocía a Iván desde el colegio.

Su hija Daniela viajó este miércoles a Perú, para adelantar el proceso de repatriación, esperando que el cuerpo de su padre llegue pronto a Medellín.

"Éste ha sido un proceso complicado. Durante Semana Santa no se podía realizar ningún trámite", afirma Diego Gallo, sobrino de Iván.

Otro factor que demora la repatriación es que fue un accidente donde está involucrado un vehículo oficial peruano, por lo que los organismos de control del país vecino están investigando las causas de lo ocurrido.