Histórico

Daniel y Elvira llegaron a India

12 de junio de 2009

Por fin, luego de 428 días de rodar, Daniel Velandia llegó a Pune en la India, el hogar de Elvira, la moto pulsar 180 que lo acompañó durante más de un año en su aventura desde Medellín.

Este viajero asumió el reto de irse solo con su moto en un recorrido por Suramérica, África, Medio Oriente y Asia. Más de 50 mil kilómetros de nuevas experiencias.

En su blog "El Mundo en Pulsar", que se puede leer a través de la página web de EL COLOMBIANO, Daniel relató su último día de viaje y el final de la travesía.

"Nada fue como lo esperábamos, nuestra idea para los últimos días era irnos a una playa vacía, echarnos a la sombra de las palmeras, nadar en las aguas del mar cada que se nos empezara a subir la temperatura del termostato, mirar al cielo, contemplar el horizonte y respirar profundo varias veces antes de ir rumbo a Pune; allá llegaríamos un día cualquiera, nos tomaríamos una foto y buscaríamos la manera de organizar el regreso de Elvira y el mío, pero como dije, nada fue como lo planeamos.

Salida y fuga
A Mumbay fuimos el sábado antes de la llegada a Pune porque la gente de Bajaj había organizado una serie de entrevistas con algunos medios locales. Fue una jornada intensa de preguntas, respuestas y fotos, sin embargo hubo buenos detalles que levantaron el ánimo, como el pendón en el que Bajaj nos felicitaba por el viaje (...) Esa noche fui al aeropuerto internacional en compañía de Siddarth, el ejecutivo de Bajaj encargado de todo lo relacionado con nuestra llegada, para recibir a parte de la delegación colombiana que venía a recibirme (valga la redundancia). Confieso que fue raro estar ahí parado esperando a que aparecieran cuando se suponía que serían ellos los que nos darían la bienvenida, pero una vez más todo hizo parte del cambio de planes.

Encontrarlos era de alguna manera mi primer contacto directo con Colombia y lo que había dejado hace mas de un año, su arribo era el inicio del fin de este viaje.

Salimos de Mumbay el lunes por la mañana. Salir de ese monstruo de ciudad con más de veinte millones de habitantes no fue tan complicado como lo suponíamos.

428 días de camino con sus altos y sus bajos culminaron con una etapa corta y entretenida, asfalto decente, tramos de buenas curvas, un paso ilegal por una autopista en la que casi nos multan porque las motos están prohibidas y un escape cual bandidos cuando a la salida de la autopista pasamos el peaje sin pagar y luego debimos esquivar a unos policías que se nos tiraron encima pero no nos persiguieron. ¡Muy bonito, muy bueno el ejemplo! En mi descargo debo decir que acá en India las motos no pagan peaje en ninguna parte y por eso seguí derecho inicialmente, luego me di cuenta de que había que pagar.

La meta próxima
Más allá de estos percances el viaje fue tranquilo hasta que vimos aparecer en la pantalla del GPS el waypoint de Bajaj, entonces la ansiedad de la llegada se nos subió a la cabeza y seguimos empujando sin respiro para llegar tan pronto como nos fuera posible a la meta final. Al llegar a Akurdi empezamos a buscar indicios de cómo llegar Bajaj y cuando vimos en una señal sobre la calle "Bajaj Auto" el corazón saltaba dentro del pecho, pasamos un puente, cruzamos a la calle paralela y unos cientos de metros más adelante giramos hacia la derecha donde vimos una bandera colombiana y unas personas que obviamente nos estaban esperando

Una alegría absoluta, una enorme satisfacción de haber llegado, orgullo? todo pasa en cámara rápida, catorce meses de travesía pasaban ahora a nuestra historia personal, mientras saludábamos y recibíamos abrazos cerrábamos con broche de oro una experiencia maravillosa de la que todavía quedan muchas cosas por aprender; Elvira mientras tanto, recibía saludos y miradas curiosas que la escrutinaban por todas partes; viéndola parada en medio de tanta gente con sus maletas y sus cosas se veía más pequeña de lo usual, pequeña pero verraca, verla ahí me llenaba de orgullo también, durante este tiempo ella fue mi compañera y mi amiga, gracias a ella viví cosas muy buenas y esta experiencia no habría sido lo mismo sin su rojo brillante, su carita curiosa y su carácter".