Histórico

DEPORTE COLOMBIANO: REALIDAD Y PROYECCIONES

30 de julio de 2014

El deporte colombiano en los últimos años ha entregado triunfos y cómo no reconocerlos; tanto en campeonatos olímpicos y mundiales, y eso puede significar un aumento en el desarrollo deportivo del país.

Ganar una medalla olímpica o mundial no debe ser para nada fácil, significa estar en el top máximo de rendimiento, producto de inversiones, entrenamientos, metodología y conocimiento del desarrollo de esa modalidad o de un deportista en especial. Por eso estos jóvenes, sus entrenadores y dirigentes, merecen todo el reconocimiento.

Ahora bien, sostener los niveles de rendimiento de un país en citas deportivas máximas (Mundiales y Olímpicos) requiere tener un plan estratégico muy bien estructurado, cuyos fundamentos principales deben pasar por tres parámetros: inversión significativa que garantice la preparación adecuada y la selección perfecta; dirigencia conocedora que pueda orientar estos procesos y capital humano que potencie el rendimiento, muy buenos entrenadores y deportistas muy bien preparados.

Desde esa perspectiva, debemos mirar y contemplar muy bien quiénes vienen de atrás, ¿qué otra colombiana está en el ranquin UCI de bicicrós aparte de Mariana Pajón ?, ¿qué otra saltadora tenemos mundialmente aparte de Caterine Ibargüen? Los panoramas no son buenos, y preocupan los procesos permanentes de reserva que tiene nuestro país.

En Colombia se hace urgente y necesario tener un sistema de priorización de deportes y zonas de perfeccionamiento para cada una de esas modalidades deportivas, que permita concentrar inversiones específicas en el desarrollo de estas disciplinas, en las que nos hemos convertido en grandes competidores, pero que se requiere fomentar reserva y formación.

El sistema educativo en Colombia, que debería ser la principal fuente de recurso humano deportivo, es el menos explorado y el peor manejado desde la detección y formación de talentos. El sistema educativo debe sobrepasar la clase de educación física, y promover en mayor medida espacios extraescolares de muy buen nivel, que se ajusten a las priorizaciones de las que hablamos anteriormente, con una clara intencionalidad hacia la formación deportiva. Esto requiere entrenadores conocedores y sector asociado comprometido.

Colombia no puede soportar sus procesos deportivos, con deportistas fugaces, hechos a pulso; con enormes esfuerzos que no son producto muchas veces de un sistema propio de desarrollo. Las estrategias y las preocupaciones hoy deben estar orientadas a la reserva deportiva, el relevo generacional, la priorización de deportes y zonas, en el marco de un sistema organizado y complementario entre sectores

* Licenciado en educación física de la Universidad de Antioquia. Especialista en gerencia del CEIPA. Docente de cátedra de administración del Instituto de Educación Física de la U de A.