Desplazados no cesan protesta
La historia se repite en cada reclamo de unos 400 desplazados de todas las regiones que protestan desde ayer en los alrededores y dentro de la Basílica Metropolitana de Medellín, por lo que consideran incumplimientos de la Agencia Presidencial Acción Social.
Meses y hasta años en espera de una ayuda humanitaria que nunca llega, tramitomanía para reclamarla, largas filas desde el amanecer en procura de un mercado que no reciben y un desfile por oficinas donde no son bien recibidos, son algunas de las "injusticias" y "maltratos" que los desplazados aseguran padecer. Pero sobretodo, reclaman vivienda y proyectos productivos.
Cansados de los "incumplimientos", cerca de 400 personas, entre hombres, mujeres y niños se concentraron desde la mañana de ayer en la Basílica Metropolitana para exigir atención inmediata a sus necesidades. La protesta pacífica se alteró cuando el párroco ordenó cerrar las puertas del templo, con unas 180 personas adentro.
La decisión molestó a los protestantes, que además cuestionaron que no se les permitió entrar alimentos ni agua para los desplazados, que decidieron permanecer en la Basílica para presionar su atención.
Carlos Enrique Carmona, uno de los líderes de los desplazados, aseguró que "nos quedaremos hasta que venga un funcionario de Acción Social de Bogotá, con poder de decisión, porque no pedimos limosnas sino nuestros derechos".
Ayer muchos otros desarraigados, con fallos de tutela a su favor sin cumplir por Acción Social, se dolían del desamparo en el que viven. "Yo no recibo ninguna ayuda desde 2005, debo 13 meses de arriendo, me van a echar a la calle y me cortaron los servicios. No tengo trabajo y vivo en una pieza con cuatro niños, dijo entre sollozos Nora Alba Grajales, desplazada de Carmen de Bolívar, tras una masacre de la guerrilla en la que fue asesinado su esposo.
Anoche la Personería y delegados de la Alcaldía de Medellín trataban de negociar el fin de la protesta.