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Después de los 50, ojo a la tiroides

LAS ENFERMEDADES TIROIDEAS pueden desencadenar problemas cardiovasculares, infertilidad, osteoporosis y daño a los órganos más importantes del cuerpo. No son exclusivas de los mayores de 50.

12 de mayo de 2010

En Colombia uno de cada seis adultos mayores de 50 años tiene problemas de tiroides y la mitad de ellos permanecen sin diagnosticar.

Y, aunque la enfermedad es más frecuente en adultos, uno de cada 4 mil nacidos vivos tienen hipotiroidismo congénito. Además, en el mundo, hay más de 300 millones de personas que sufren de este problema.

La tiroides es una glándula ubicada en el cuello, y se encarga de producir dos hormonas esenciales T3 y T4, que ayudan a regular el metabolismo y la energía del organismo.

"Es determinante para el crecimiento, la inteligencia, la fertilidad y cada una de las funciones del ser humano. En especial en la mujer, donde se presentan las mayores alteraciones en términos de estructura y funcionamiento de la glándula", explica el médico Iván Darío Escobar, director del Instituto de Diabetes y Endocrinología de Bogotá.

Las alteraciones más comunes son: el hipotiroidismo, hipertiroidismo, el bocio (también conocido como coto) y la presencia de nódulos.

El hipotiroidismo se presenta hasta en un cuatro por ciento de la población. Es causado por la deficiencia de yodo, un problema subsanado en el país. Los casos, entonces, se presentan por tiroides autoinmune o Hashimoto, una condición en la que el sistema de defensa del organismo ataca la glándula y la destruye lentamente.

Intolerancia al frío, aumento de peso, cansancio, debilidad, depresión, estreñimiento, cabello quebradizo, uñas delgadas y débiles, alteraciones del ciclo menstrual, problemas de fertilidad, piel seca y descamativa, deterioro de la memoria y somnolencia son algunos de los síntomas asociados.

Eso sí, advierte el especialista, aunque el hipotiroidismo es una importante causa de infertilidad, "detectarla hace posible la maternidad y controlarla evita abortos y trastornos mentales del feto".

El caso contrario es el hipertiroidismo (excesiva producción o liberación de las hormonas tiroideas). La enfermedad de Graves es la causa más común de este problema, que presenta síntomas intensos, entre ellos uno muy particular: la manera en la que los ojos tienden a brotarse fuera de sus órbitas.

También son frecuentes la pérdida de peso, el cansancio o debilidad, la irritabilidad, la ansiedad, las deposiciones fuertes, el temblor, las alteraciones del ciclo menstrual, las taquicardias y las palpitaciones, además de piel sudorosa y caliente.

Ojo en el embarazo
Las hormonas tiroideas son esenciales: ayudan a regular el crecimiento y desarrollo, controlan la termogénesis (regulación del calor), la tasa metabólica del cuerpo y la creación de la síntesis de proteínas.

Su incorrecto funcionamiento es una de las enfermedades endocrinológicas más frecuentes en la mujer. Entre un tres y un cinco por ciento de las embarazadas se les encuentra hipotiroidismo, y a un dos por ciento, hipertiroidismo.

Por esta razón, durante el embarazo, es importante vigilar la producción de hormonas tiroideas, sobre todo durante el primer trimestre, ya que es en ese lapso cuando se desarrolla el sistema nervioso central del feto.