Histórico

Día final sin la certeza de haberlo logrado

Loading...
17 de diciembre de 2009

Se perdió un día y medio, pero las ilusiones volvieron a la cumbre sobre el cambio climático al destrabarse las negociaciones.

Cuando hoy se reúnen en pleno 119 jefes de Estado y de Gobierno se espera tengan sobre su mesa un proyecto que permita alcanzar un tratado que limite las emisiones de gases de efecto invernadero para ser refinado en 2010.

El avance, que pudo ser una victoria para el mundo en desarrollo según el diario británico The Guardian , se produjo tras haber abandonado las naciones ricas la intención de acabar con el protocolo de Kyoto, la única arma, aunque incompleta para luchar contra el calentamiento del planeta.

La reanudación de las conversaciones se hizo sobre dos bases: el análisis de Kyoto y la Convención del Cambio Climático, de acuerdo con los resultados de un sondeo de la presidencia danesa de la cumbre, en manos del primer ministro Lars Lokke Rasmussen.

Se acordó, además, establecer un grupo de contacto entre las dos líneas de trabajo, encabezado por la ministra danesa Connie Hedegaard.

Los principales obstáculos para un acuerdo son los mismos que se han mantenido a lo largo de los años de las discusiones sobre el cambio climático:

A qué se comprometen en materia de reducción de gases de efecto invernadero los países desarrollados; cuánta ayuda ofrecen a quienes padecen los peores impactos del calentamiento; y, tercero, cuál es la apuesta de las naciones en desarrollo más contaminantes, caso de China e India.

Para ilustrar el nivel de discusiones, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton expresó ayer ante la cumbre que su país trabajará con otros para aportar 100.000 millones de dólares anualmente hacia 2020 como ayuda al mundo más pobre. Pero para ello espera lo que se considera un gesto transparente de China, a quien calificó como el mayor contaminador, quizás, a la fecha.

Una verificación internacional sobre las emisiones de gases por parte de las economías emergentes propuesta por Estados Unidos, ha sido rechazada por estos. China cree que es una intromisión en sus asuntos.

El viceministro de asuntos externos He Yafei recordó que su país "está listo por un diálogo y una cooperación no invasiva, que no afecte la soberanía".

El delegado chino Yu Qingtai explicó que la idea de su país es que de Copenhague salga al menos una declaratoria, para continuar el año entrante con los puntos no resueltos.

Este jueves, distintos presidentes se dirigieron a los delegados de todo el planeta, con una oratoria de buenos propósitos.

El presidente de México, Felipe Calderón (anfitrión de la próxima reunión en diciembre de 2010), indicó que su país "llega a Copenhague con la firme decisión de impulsar un acuerdo ambicioso, un acuerdo que defina el camino hacia instrumentos que sean vinculantes entre los Estados participantes".

El problema es que el tiempo apremia y la cumbre termina hoy. De lo que se haya trabajado en la noche y el amanecer, dependerá en parte la declaración final.