Días negros para el oro blanco
Acosados por las deudas, cultivadores de algodón piden empujón estatal para salir del túnel.
Nubes negras acosan el proyecto algodonero del municipio de Uramita. Una deuda de 280 millones de pesos y el poco apoyo estatal, constituyen una amenaza para los cultivadores de este producto, que hace ocho años fue visto como el oro blanco de la región de Occidente, la mina que daría prosperidad a los campesinos.
De 200 hectáreas sembradas que hubo tres años después de que llegara la planta desmotadora, ahora hay solo 50, que producen 40 toneladas de algodón al año. Antes se producían 120 toneladas.
"Son muchas las cosas que nos afectaron: lo económico, la pérdida de semillas, entre 2010 y 2011 el fenómeno de La Niña nos acabó y acá estamos bregando a recuperarnos", expone Ismael Antonio Arboleda, gerente de la Cooperativa de Algodoneros de Occidente (Coalgoccidente), quien es además el asesor en las técnicas de cultivo que hacen del algodón de Uramita el mejor del país: "No lo decimos nosotros, lo dicen las pruebas de laboratorio", argumenta Ismael.
Alberto Díez, técnico agropecuario de la Alcaldía y brazo de apoyo de estos cultivadores, confirma las palabras de Ismael. "Es un producto regulado por el ICA y hacemos seguimiento para que se cumplan los protocolos. Todo el algodón que sale de por acá se vende sin problemas", reitera.
Pese a ello, la dificultad es que los compradores tardan hasta más de tres meses en cancelar los dineros, y eso no le sirve al cultivador, pues el producto tiene una cosecha al año y es un dilema vivir sin dinero tanto tiempo.
En el momento, a la cooperativa están asociados 16 cultivadores de 180 que llegó a tener el proyecto. Otro problema es que los campesinos no son dueños de las tierras cultivadas sino que les pagan arriendo a los terratenientes. Pero pese a tanta dificultad, Ismael no decae. Quiere que sus hijos vean en él un espejo para convertirse en algodoneros. "Si ellos ven esto bien se animan, pero si no, sólo verán fracaso", apunta este campesino lleno de tesón y ganas de progresar con el oro blanco.