Histórico

Don Joaquín Urrea, ejemplo de compromiso social

09 de mayo de 2009

Dicen que los robles nunca se doblegan... Mueren de pie. A Don Joaquín Eduardo Urrea Urrea solo una penosa enfermedad, que soportó con dignidad, lo doblegó en la madrugada de ayer, 21 días antes de cumplir 85 años.

Había nacido en Rionegro el 30 de mayo de 1924, en el hogar de Raimundo Urrea y Leudovina Urrea y fue el octavo de 10 hermanos. Desde los 12 años inició su actividad productiva, ayudando a su padre en las labores del campo y, luego se volvió comerciante, con una pequeña tienda en Guatapé, con 15 pesos de capital, que le había regalado uno de sus hermanos mayores.

Víctor Álvarez Morales, profesor e investigador de la Universidad de Antioquia, cuenta en la serie radial de la Cámara de Comercio de Medellín '100 Empresarios, 100 Historias de Vida', que de Guatapé emigró a Armenia, donde se inició en el comercio de telas, medias veladas y otras prendas para dama, que vendía puerta a puerta.

Don Joaquín, a quien muchos definen como un empresario visionario pero conectado con las necesidades sociales de la comunidad, había dicho, en ese programa de la Cámara de Comercio, que "para ser grande es necesario cumplir con tres objetivos fundamentales: con la familia, con la empresa y con la sociedad".

Eso fue lo que pregonó toda su vida y a esos objetivos dedicó sus fuerzas.

Las ventas puerta a puerta en Armenia se convirtieron luego en el Almacén Volga (I y II) , con mercancía que adquiría en Pereira y, posteriormente, en una planta para la fabricación de enaguas, brasieres y combinaciones en satín, que comercializaba al por mayor.

"Era el último de los cuatro hermanos fundadores de Leonisa", recordó su sobrino, Oscar Urrea.

Esta aventura empresarial -la producción y comercialización de prendas íntimas- la que sentó las bases para la creación de Leonisa, con sus hermanos Marcos, Luis y Julio Ernesto -todos fallecidos, al igual que los demás hermanos (Manuel, Raimundo, Clara, Rosa y Emilia). Solo Aura, la menor, les sobrevive.

Las dificultades con el suministro de energía eléctrica en Armenia los obligaron, en enero de 1955, a trasladar la empresa a Medellín, donde creció y se consolidó este emporio confeccionista y textil, que ha sido pionera y líder en la apertura de mercados internacionales, hoy con presencia en 20 países.

Un emprendedor social
Don Joaquín siguió la tradición de su padre, un campesino que había creado una familia numerosa. El 12 de enero de 1950 se casó con doña Aceneth Arbeláez Urrea, con quien tuvo 11 hijos: Martha Luz, Diana María, Fabio, Fernando, Joaquín, Juan Guillermo, Álvaro, Jorge Iván, Carlos Ignacio, Alejandro y Diego Alberto. Tres de ellos están vinculados a la administración de Leonisa, su legado empresarial y de vida: Carlos Ignacio, Fernando y Diego, pero los demás tienen alguna responsabilidad en las empresas filiales u otros negocios.

Siempre mantuvo una vinculación muy estrecha con el municipio de Guatapé e impulsó la creación de varias cooperativas de confeccionistas (Incoomar, Coopimar y Ecooelsa), que operan en Marinilla y El Santuario y apoyó el desarrollo empresarial de sus asociados.

Su vocación social también la puso al servicio de los microempresarios, desde Actuar (hoy, Interactuar), fundada con su hermano Julio Ernesto, hace 25 años.

Estas fueron sus palabras el 10 de noviembre de 2008, en la premiación del Famiempresario del Año, el último acto que presidió:

"Como presidente de la Junta Directiva y como fundador de Actuar, me emociona sumamente ver cómo el sueño que se inició entre tertulias, discusiones y profundo amor por Colombia ha trascendido y generado incontables frutos".

Su actual director y anterior vicepresidente de la junta, Rafael Arango Fonnegra, dijo que "don Joaquín siempre estuvo muy pendiente e interesado por el desarrollo de Interactuar y, desde el fallecimiento de su hermano Julio asumió la presidencia de la junta. Siempre recibimos de él sus aportes y su consejo, oportuno y orientado a que Interactuar se fortaleciera y tuviera una presencia más nacional... Leonisa fue una de sus obras maestras y, la segunda obra en su corazón fue Interactuar".