Histórico

El aguacate gana terreno

06 de octubre de 2009

El aguacate ha sido un elemento del paisaje cotidiano de la mayoría de sus habitantes, dice Juan Camilo Ruiz, director de la Corporación Antioqueña del Aguacate.

En cada casa y vereda ha existido un árbol del fruto.

Las FAO indica que su producción aumentó en 225.6% de 1990 a 2005. Y dice que el área cosechada se estima en 17 mil hectáreas, y el incremento de la producción es de 6,8 por ciento por año. Es la segunda fruta, después de los cítricos, en Colombia.

El país, en rendimiento y productividad, se ubica entre los primeros ocho países con mayores rendimientos en producción. Pasó de ser el séptimo al cuarto mayor productor de aguacate en el mundo durante el período 1990-2005.

En 2005, fue el cuarto país con mayor consumo de aguacate en el mundo, al punto que se ha visto obligado a efectuar importaciones para satisfacer su demanda.

Ruiz expresa que la fruta ocupa un amplio espectro en la geografía. Existen diecisiete departamentos productores, siendo Bolívar el de mayor volumen de producción con cerca del 27,8 por ciento, seguido de Santander y Tolima.

Antioquia, fuera de tener una buena área de cultivo, presenta los niveles más elevados de productividad, con rendimiento cercano a 15,1 toneladas por hectárea, superior a las 9 de la media nacional.

Algunas de las consideraciones sobre su siembra son:

Sembrar a distancia de 7 metros por 7. "Algunos siembran variedades desde los 700 metros sobre el nivel del mar. Hay otras hasta los 1.600 (Choquete, "papelillo", Lorena) o el Hass, la variedad más comercial, va de los 1.800 hasta los 2.400-2.500 metros conjuntamente con el Reed, el Colin Reed, el Fuerte".

Mientras más alto el cultivo posiblemente, indica, se tenga menos productividad pero más calidad por el contenido de aceite. Además a más altura menos plagas y por ende menos uso de agroquímicos.

Una de las preguntas fundamentales es cuánto cuesta establecer un cultivo.

Ruiz precisa que "un trabajo conjunto entre productores que hicimos hace poco nos daba cifras entre 8 y 11 millones por establecimiento de cultivo y prácticamente el primer año, siendo este el mayor costo. En los años sucesivos el costo está en la mano de obra, en las labores culturales y en el costo de los insumos, pudiendo afirmarse que por un kilo de producto el árbol demanda un kilo de insumo".

Un texto de Corpoica, de Jaime Morales y colegas, recuerda que el aumento de las áreas de cultivo puede contribuir a solucionar problemas de tipo social y económico en la actividad frutícula nacional.

Una buena opción por todos lados.