Histórico

El Caribe tiene sazón afro

23 de agosto de 2008

Es cuestión de ingredientes y de tradición que se transmite de madre a hija, de abuelas a nietas. La cocina es territorio femenino.

Aunque Luz Marina Rivas nació en Bahía Solano, hace 30 años vive en Cartagena. Son los mismos años que lleva cocinando en el puesto de la Bomba de la Amparo.

Aprendió de una amiga que también tenía un puesto. No fue difícil adaptarse a nuevas preparaciones, después de todo, ya sabía cocinar platos típicos de su región.

Y bien que aprendió Luz Marina, porque se ha ganado ocho premios en los concursos de fritos que se realizan cada año en Cartagena.

Dice Luz que las carimañolas y las arepas de huevo que prepara no tienen comparación. Y cuando se le pregunta el secreto de la delicia de sus fritos, se limita a decir "tengo el palito pa' esas vainas".

Claro que la nutricionista Juana Alicia Ruiz, de María la Baja, tiene una explicación para la sazón sin igual de las mujeres de Bolívar. Los condimentos no se compran en el supermercado, sino que se recogen en el patio de la casa. Allí se siembra cilantro, orégano, comino y cebollín.

"No cocinamos a las carreras, preparamos las carnes desde la víspera a fuego lento", explica Juana.

En San Andrés y Providencia la historia tiene otro sabor. Es el del cerdo y los granos. De ahí platos como el Stew Beans, una preparación con fríjoles, leche de coco, albahaca, y colitas de cerdo picantes.

No es extraño encontrar en la cocina raizal, especias como la albahaca y el jengibre. El comercio de estos ingredientes en las islas hizo que las mujeres se las arreglaran con lo que tenían a la mano. Por eso, Francesca Monsalve, dueña de un restaurante en San Andrés, dice que la comida fusión no es algo nuevo. Las mujeres de San Andrés, Providencia y Santa Catalina tienen, desde hace mucho tiempo, la clave de una cocina que reúne diferentes culturas.

Otro Sabor termina hoy en el Jardín Botánico.