Histórico

¿El "ecsenario"?

01 de diciembre de 2010

La palabra "ecsenario", gracias a Dios, no está en el diccionario. Sin embargo, la palabra "escenario" tiene una escritura cercana y sí está registrada en el diccionario. Tal vez sea esa la palabra que tantas personas han intentado pronunciar durante tanto tiempo. O tal vez sea un simple gazapo, vaya usted a saber.

Sea lo que sea, la palabra "escenario" se pronuncia /e-se-ná-rjo/ y no /ek-se-ná-rjo/. No hay que leer el manual de pronunciación de Tomás Navarro Tomás para llegar a esa conclusión. Tampoco hay que saber que la ese representa un sonido consonántico fricativo sordo o que la pronunciación de dicha letra exige una abertura de las mandíbulas de unos dos milímetros entre los dientes incisivos.

En otras palabras, no es necesario darse cuenta exacta de la naturaleza y estructura propias de una articulación, basta con pensar en la fórmula trivial de la enseñanza de la pronunciación: la lengua española se pronuncia como se escribe.

Es posible e importante complementar este escenario con otros problemas de pronunciación: ahora no hay puestas en escena, sino en "ecsena"; los precios no oscilan, sino que "ocsilan"... ¿Será que ya se nada en la "picsina" y no en la piscina? No es una broma (¡qué va!), es una invitación, no tanto para articular como un ortólogo como para pronunciar correctamente y hablar con propiedad.

El lector atento se preguntará por la importancia de las ideas anteriores y por su relación con los cuatro o cinco tipos de columna. Se trata, básicamente, de aceptar el llamado de Víctor García de la Concha, el llamado a una rebelión contra el mal trato al idioma. No es una cuestión solamente de ornato cultural, es una cuestión de libertad, de comprensión y de expresión. Recordando algunas ideas de Andrés Bello, se trata de reconocer la prosperidad a través de la educación y la lengua como instrumento de progreso.