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El emprendimiento sí tiene financiación

Aunque la búsqueda de recursos que apalanquen las nuevas iniciativas no es una tarea fácil, existen alternativas para poder lograr inversiones que ayuden a impulsar los emprendimientos innovadores y con potencial de crecer.

28 de mayo de 2014

Uno de los factores que más preocupa a los emprendedores hoy día es el tema del financiamiento. Las vías tradicionales para conseguir recursos aún no se adaptan totalmente a las características de la nacientes empresas o los potenciales proyectos productivos.

Aquí es cuando aparece una alternativa de consecución de recursos a través de los capitales semilla o denominados capitales de riesgo.

Según define William Zapata Sánchez, investigador de la Secretaría de Desarrollo Económico de Medellín en la publicación Financiación del Emprendimiento en Colombia, desarrollada por Ciudad E, el capital de riesgo es un mecanismo “mediante el cual los inversionistas entran a participar en la financiación de ciertas empresas que se encuentran en su etapa inicial de creación (...) Se enfocan en aquellas empresas con gran potencial de crecimiento y que dispongan de modelos de negocios altamente innovadores”.

Señala que los aportes de estos fondos no siempre son dinero. También pueden ofrecer valores como el conocimiento, la experiencia y redes de contactos que ayuden a que esa nueva empresa se desarrolle y se fortalezca.

Como su papel es de acompañar la empresa en sus primeros estadios de surgimiento y crecimiento, una vez está madura, por lo general los fondos retiran su inversión para apalancar nuevas iniciativas innovadoras.

El investigador distingue cinco etapas en el desarrollo de las empresas, y en cada una el tipo de financiación  es diferente.

Señala como en estado de plan de negocios y cuando inicia operaciones, los llamados inversionistas ángeles y los capitales semilla, son lo indicado.

Luego está una etapa de consolidación y maduración, en la que se recurre a fondos de capital privado.

Y una vez ya la empresa está en su etapa de maduración, una de las alternativas para la consecución de recursos es el mercado público de valores. Allí no solo entran en juego la venta de acciones, también de bonos, que no implican ceder participación, por ejemplo.