EL EXCAUDILLO ARGENTINO EVITA LOS REFLECTORES
En la sede del Congreso en Buenos Aires, el 17 de abril, su intervención era la más esperada. Pero el expresidente Carlos Menem , senador por La Rioja del partido de oposición Alianza del Frente Popular, prefirió no participar en el debate sobre el proyecto de renacionalización de la compañía Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) presentado por el gobierno de Cristina Kirchner.
Hace precisamente veinte años, en 1992, él fue quien privatizó YPF. El presidente Menem, íntimo del jet-set internacional, lanzó una oleada de privatizaciones sin precedentes. Peronista convertido al ultraliberalismo, él se presentaba como un "trasgresor". En ese tiempo incluso se hablaba del "milagro argentino". Hoy en día, a los 81 años, Carlos Menem ha perdido todo su glamur. Sus diez años en el poder desembocaron, en 2001-2002, en la crisis política, económica y social más grave de la historia argentina.
Su pelo ha encanecido, se recortó sus célebres patillas y se mantiene lejos de los reflectores. Él vive entre La Rioja, su provincia natal del noroeste del país, y el barrio residencial de Belgrano en Buenos Aires. El viejo caudillo sale poco. Las pocas fotos que aparecen en la prensa lo muestran en familia, al lado de su hija Zulemita y de su nieto Luca. O a veces en compañía de su hijo de diez años, Máximo, nacido en su segundo matrimonio, con Cecilia Bolocco, chilena exMiss Universo y 35 años menor que él. Su matrimonio en 2001 y su separación, dos años después, fueron la comidilla de la prensa.
A última hora, Menem se abstuvo de asistir al Senado para votar por la ley de expropiación del grupo español Repsol, que había comprado YPF, si bien había anunciado que sí estaría presente.
"Sé que me van a llover ataques, pero no sería la primera vez", declaró, asegurando que "iré al Senado y apoyaré la nacionalización de YPF. La escena ha cambiado y la situación no es la misma que cuando yo la privaticé", se justificó el expresidente.
En 2003, él volvió a presentar su candidatura a la presidencia. Si bien llegó en primer lugar en la primera vuelta, con 24 por ciento de los votos, se retiró en la segunda ronda. Los sondeos le predecían una humillante derrota ante el peronista Néstor Kirchner , en ese tiempo gobernador de Santa Cruz (Patagonia).
Con el tiempo Menem se ha vuelto prudente. Ya no critica a Cristina Kirchner . Siguen vigentes varios procesos judiciales en su contra, a raíz de escándalos de corrupción que mancharon sus dos mandatos presidenciales. Uno de los más sonados se refiere al tráfico de armas con Croacia y Ecuador. De 1991 a 1995, Menem supuestamente ordenó el envío clandestino de armas por un valor de 123 millones de dólares a los dos países en guerra, en violación de tratados de embargo internacionales.
En el marco de ese asunto, él estuvo bajo arresto domiciliario durante cinco meses, en 2001, en una casa de campo en la provincia de Buenos Aires. De ese tiempo data una fotografía que llenó las portadas de las revistas: sentado bajo un árbol, Menem lee las memorias de Napoleón Bonaparte.
Posteriormente sería liberado por la suprema corte que, en ese tiempo, le era favorable.
En 2009 se le abrió otro proceso. Junto con su hermano, jefe de la policía metropolitana de Buenos Aires, y otros allegados, él fue acusado de haber obstaculizado las investigaciones sobre el atentado con auto bomba del 18 de julio de 1994, que destruyó el edificio sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, causando 84 muertos y 230 heridos.
El contexto, con Cristina Kirchner en el poder, al parecer le era hostil. No obstante, después de 16 años de investigaciones, el 13 de septiembre de 2011 Menem fue absuelto. Fue un alivio para el expresidente, que así podrá concluir su carrera política sin más tropiezos judiciales.
Curiosamente, esa absolución también fue un alivio para Cristina Kirchner . El senador Menem se ha vuelto un aliado, indispensable en los casos en que se trata de aprobar proyectos controvertidos. Pero en el caso de YPF, el gobierno tenía asegurada una amplia mayoría y el senador Carlos Menem prefirió quedarse en casa.