El Flaco, ex "millonario" feliz

Si Luis Alfonso Páez Restrepo le hace goles hoy a Millonarios, que los hinchas no esperen una celebración ruidosa, tal como sucedió hace ocho días en el estadio El Campín, donde el Flaco abrió la cuenta para el triunfo 3-2 de Itagüí por las semifinales de la Copa Postobón.

Y es que este jugador antioqueño, criado en las empinadas calles del barrio Aranjuez al lado de su mamá María Isaura y de su hermano Cristian Camilo, y forjado futbolista en el club Ferroválvulas, sabe de gratitud. Dice que no olvida el buen trato y el apoyo que recibió en el conjunto embajador en 2008, cuando hizo parte del plantel de la Copa Postobón, primero con el técnico Mario Vanemerack y luego con Héctor Quintabani

"Mi regreso a Antioquia no fue por mal rendimiento o porque me hubieran echado. Renuncié por temas personales; allí me dieron la mano y tengo mucho que agradecerles a sus directivos. Por eso no celebraré en caso de que anote gol", admite el muchacho de 23 años, 1.82 metros de estatura, 69 kilos de peso y admirador del francés Thierry Henry.

Aunque no es su propósito, Páez podría convertirse, de nuevo, en el verdugo de Millonarios en el duelo definitivo por un cupo para la final del certamen que entregará casilla para la Copa Nissan Suramericana 2011, hoy (3:30 p.m.) en el estadio Metropolitano Ciudad de Itagüí. Primero está su deseo de salir campeón y ascender a la Primera A y, luego, ser el goleador. Con nueve anotaciones quedó a una del líder Yovanni Arrechea (10).

Luis Alfonso dice que está muy motivado para aportar en la victoria, así el empate los clasifique en forma directa a la final. Y añade que él y sus compañeros, que se concentraron en el Hotel Dann, son conscientes de que el marcador de la serie (3-2) es corto, "pero como locales podemos ser más fuertes y ampliar la ventaja. Lo fundamental es mantener la diferencia y manejar los tiempos del partido".

Según él, hacer un gol en el arranque facilitaría mucho la obtención del objetivo. En su autoanálisis, admite que no está en un nivel muy bueno, "pero sí en el punto" y con ganas de subirlo. Para ello cuenta con el aporte de un grupo unido y dispuesto a demostrarlo.

Si Itagüí avanza, Páez será triunfador y seguirá mostrando que en Aranjuez abunda el talento desperdiciado, porque por allá "nadie va a buscarlo ni a verlo".