El hispano James Martínez fue ejecutado en Texas
La ejecución de Robert Newland, de 64 años, se llevó a cabo dos horas después de que en Texas recibiera la pena de muerte el hispano James Edward Martínez, por matar a dos personas en el año 2000.
Como en el caso de Martínez, Newland fue ejecutado después de que el Tribunal Supremo de E.U. rechazara las solicitudes de sus abogados para aplazar el castigo y las Juntas de Perdón y Libertad bajo Palabra de los dos estados declinaran interceder en favor de los condenados.
En Georgia, la de Newland fue la primera ejecución del año en tanto que en Texas, la de Martínez fue la número 11 en poco más de dos meses.
En su última declaración antes de morir, Martínez no hizo referencias a sus afirmaciones de que era inocente de los asesinatos y solo tuvo palabras de agradecimientos para su familia.
"Díganle a mi madre que la amo y que agradezco todo lo que hizo por mí. También amo a mi hermana y le doy las gracias", señaló.
"Espero que puedan seguir avanzando después de esto. No tengo nada más que decir. Gracias señor alcalde", añadió.
Martínez fue condenado por matar a balazos a Sandra Walton, de 29 años, y a su amigo Michael Humphries, de 19, cuando llegó a la casa para cobrar mil dólares que la mujer le debía desde cuando habían sido novios.
"Fue un acto premeditado y muy bien calculado", dijo Robert Foran, auxiliar del fiscal que participó en el proceso contra Martínez.
"Destruyó a dos personas en segundos. Cuando se le arrestó tenía un arsenal. Estaba fascinado por la idea de la muerte", agregó el fiscal.
Antes de ingresar en la cámara de la muerte, Martínez pidió de cena perritos calientes con ración extra de queso, papas fritas y una bebida gaseosa.
Caso de Robert Newland
Newland, un pintor de interiores, fue condenado a muerte en 1987 por el asesinato de Carol Sanders, una ex campeona aficionada de natación, que vivía frente a su casa.
Según dijeron testigos durante el juicio, Newland atacó a la mujer con un cuchillo luego de que tratara de besarla. Sanders se resistió, lo abofeteó y lo arañó.
Furioso, el hombre le asestó una profunda puñalada en el cuello y otra en el estómago. La mujer murió 20 horas después luego de identificar a Newland como su atacante.
El condenado se negó a recibir una última cena y las autoridades del penal no dijeron si había hecho una declaración antes de recibir la inyección letal que le causó la muerte.