Histórico

El 'picaíto' con amigos, un negocio redondo y próspero

EN EL VALLE de Aburrá hay cerca de un centenar de canchas sintéticas.. El 60 por ciento de estos campos deportivos son empresas privadas que montaron, alrededor del fútbol, un negocio sólido que se renueva.

26 de junio de 2010

Del picado del domingo, en la calle, con porterías de piedra y gaseosa o cerveza en la tienda de la esquina, ya es historia. Hoy los amigos de barrio, los compañeros de oficina y los pelaos de la esquina pasaron de los desafíos futboleros del asfalto a casi un centenar de canchas sintéticas que funcionan en el área metropolitana.

El boom de estos negocios llevó también a que el concepto se modernizara y hoy, además de campos para la práctica del fútbol, los lugares tienen escuelas de iniciación deportiva, canchas temáticas, torneos empresariales, campeonatos de Playstation y salones para eventos sociales, entre otros servicios.

Y esa diversificación del mercado lleva a que cada persona que visita una cancha de éstas, que las hay en barrios de todos los estratos sociales, gaste en promedio 15.000 pesos. Cifra representada en el consumo de la cuota para juego, que oscila en 10.000 pesos por persona y el consumo de algunas bebidas tras los partidos o algún pasaboca, que representaría 5.000 pesos más.

"El programa es bueno porque uno se encuentra con amigos y se relaja un rato jugando y después se toma una que otra cerveza. Con mis ex compañeros del colegio esto se volvió un ritual de todos los sábados en la tarde", dice Jairo Sánchez, administrador de Empresas.

En locales como el Templo del Fútbol, pionero en este tipo de emprendimientos, una hora de alquiler de cancha varía entre 30.000 y 120.000 pesos dependiendo del día y la hora en que se juegue. "Detectamos esa necesidad de espacios y nos metimos en el negocio. Rompimos el paradigma de que la gente pagara para jugar fútbol. Montamos un concepto y pensamos en todas las personas que están alrededor de este deporte. No solo el jugador, sino los acompañantes, las empresas y demás", comenta Juan Esteban Hoyos, gerente de Templo del Fútbol, en el barrio Belén.

Las cifras del negocio
El montaje de una cancha sintética, sin contar el valor del terreno, que varía dependiendo del lugar donde se instale, puede llegar a costar cerca de 120 millones de pesos para una sola cancha de 30 metros de largo por 15 de ancho (medida mínima aprobada por la Fifa para el fútbol sala).

En el mercado se pueden conseguir gramas sintéticas desde 80.000 y 120.000 pesos el metro cuadrado instalado y con una vida útil de cinco años, en promedio.

Otros lugares, como Élite del Fútbol manejan conceptos como las canchas temáticas. En este local, ubicado en el edificio Élite de la Moda, en el sector de El Hueco, las cuatro canchas están en los pisos 20, 18 y 16. Cada una está ambientada con las selecciones de Colombia, Argentina y Brasil. Allí se juega con los uniformes de esos países y la decoración es con los jugadores representativos de estos seleccionados.

"Acá jugamos torneos libres con una inscripción de 500.000 pesos y se entregan muy buenos premios. Manejamos una cafetería con todo tipo de bebidas para que la gente pueda venir a pasar un rato agradable. Tenemos un videoball (pantalla gigante) y vamos a empezar a grabar videos de los equipos aficionados que vienen acá", dice David Osorio, el administrador.

Uno de los rubros importantes en este tipo de comercios es el tema del post partido. La mayoría de los locales ofrecen transmisiones de encuentros en directo y ahora, en época de Mundial, uno de los planes preferidos es jugar antes de los encuentros para ver las transmisiones por televisión.

"Tenemos la transmisión de todos los partidos en full HD y eso le gusta mucho al cliente. Es otra forma de cautivarlos", sostiene Juan Esteban Hoyos.

En los lugares, la cerveza es la bebida predilecta y se vende en presentaciones de vaso, que vale unos 1.500 pesos en promedio, y en jirafa, que puede costar entre 12.000 y 13.000 pesos.

Es tal el consumo de esta bebida que, por ejemplo el Templo del Fútbol de Belén, vende, según datos de la administración, 60 barriles mensuales, lo que representa unas 9.000 cervezas al mes.

En el Valle de Aburrá, según cálculos de los mismos comerciantes, hay cerca de 100 canchas sintéticas.

Los datos de la Cámara de Comercio de Medellín no son muy precisos porque los establecimientos se registran con otros usos. Sin embargo, el negocio parece haber entrado en una etapa de consolidación después del boom de hace unos cinco años. Ahora los negocios que se abren y los que se mantienen deben innovar porque la oferta es amplia y si no cautivan, sus clientes se les van.

Así se transformó viejo el picado o la recocha del domingo. Hoy es un negocio próspero que mueve millones de pesos.