El placer de ver las flores
Se llama Hanami, una tradición japonesa que invita a la contemplación de los cerezos en flor.
Ver flores. Eso diría, traducido al español, la palabra japonesa Hanami, que es a su vez una tradición nipona de contemplar la floración de los cerezos.
La costumbre, que data del periodo Heian (794 a 1185) y se popularizó en el periodo Azuchi-Momoyama (1568-1600), invita a japoneses y turistas a asistir en masa a parques, jardines y riberas para disfrutar del espectáculo natural.
Se llenan, entonces, el parque Uneo, de Tokio; la orilla del río Asuwa, en Fukui; o el castillo Himeji, en Himeji, todo en Japón.
Kaori Hatano, profesora de japonés del Centro de Idiomas de Eafit, cuenta que la primavera en su país natal, inicia en el sur y viaja hacia el norte, así que la temporada de florecimiento se vive en diferentes momentos. "Hacemos picnic y buscamos la sombra de los árboles", recuerda con un poco de nostalgia.
"Hokkaido, mi hogar, es la última región donde florecen los cerezos", agrega.
El festejo, aunque es de vocación familiar, también se vive en el mundo empresarial, pues desde las oficinas la gente sale a los parques, también.
Generalmente los más jóvenes y nuevos de las compañías son los encargados de sentarse desde tempranas horas de la mañana para guardar el puesto para la fiesta de la oficina.
El Hanami también viaja a otras ciudades donde los cerezos florecen, como Portland y Washington, en E.U. ¿Y Medellín? No, aquí el cerezo es un arbusto, no un árbol que florece.