El Principito creció en otro libro
EL REGRESO DEL Joven Príncipe es la obra del escritor argentino Alejandro Roemmers, que a través de lo que puede ser la continuación de El Principito, de Antoine de Saint-Exupery, cuenta una historia de valores y reflexión.
En el último párrafo de El Principito, Antoine de Saint-Exupery, el autor, escribió que "No me dejéis tan triste. Escribidme enseguida, decidme que El Principito ha vuelto".
Y eso, precisamente, fue lo que hizo Alejandro Roemmers, un argentino que sigue la historia en su libro El regreso del Joven Príncipe , aunque, diga él, no sea en esencia una continuación, sino la manera que encontró para compartir una historia de vida.
Si El Principito se desarrolla en el desierto del Sahara, El regreso del Joven Príncipe sucede en la Patagonia argentina. Sólo que esta vez ese pequeño niño de cabellos dorados, vuelve con unos años de más. También con un transfondo que va más allá de la historia: la vida y el ser felices.
¿Por qué la idea ?
"Lo que quise fue compartir mi experiencia de vida y el nivel de conciencia y compasión que había logrado a través de una experiencia. Cuando me planteé cómo compartir eso, ahí es donde surge la posibilidad de asociarlo a El Principito. Era un libro que me pareció que tenía ese lenguaje universal del corazón y que era ideal poder tomar eso para continuarlo y complementarlo y dar un poco la respuesta que Saint-Exupery estaba esperando: que alguien le dijera cómo continuar, porque él no pudo hacerlo. Entonces hicieron falta muchos años hasta que alguien encontró justo las palabras".
Fueron nueve días para escribirlo...
"Cuando a veces me preguntan, y qué tiempo te tomó escribirlo, yo tengo dos respuestas. Le puedo decir nueve días o cuarenta y dos años, porque hace falta vivir una vida para poder expresarlo. Luego salió automáticamente, no tuve ni qué pensar. Sólo dejé que saliera, porque de alguna manera estaba como escrito adentro. Me dejé un mes sin compromiso, hacia finales del 99, porque venía un nuevo milenio, y dije, este es el momento. En nueve días ya tenía el libro, no sé por qué salió esa historia y se terminó y no la pude continuar. Tampoco sé por qué conté eso, pero evidentemente en algún lugar mío era lo más importante que tenía para compartir.
El libro estuvo muchos años guardado, porque cuando yo ofrecí a la Fundación Saint-Exupery beneficiarlos por los derechos del libro, una persona contestó, sin haberlo leído, que no. Ocho años después, cuando tuve la oportunidad de conocer a los descendientes y pudieron leer el libro, se emocionaron y sintieron que esa era la obra que a lo mejor tantos años estuvieron esperando y que podía avanzar en ese terreno y ese lenguaje espiritual universal".
El libro reflexiona
"Es para leerlo tranquilo, meditando, para no apurarse. La historia es sólo la superficie de los hechos. Es igual que la vida: te suceden una serie de cosas, pero eso es nada más lo superficial, lo importante es que aprendes tú, como evolucionas, cómo te fortalecen".
¿Es recomendable leer antes El Principito?
"El libro mío vale por sí mismo y te dirá muchas cosas, pero si has leído en algún momento El Principito, pues harás algunas conexiones más".