Histórico

El silencio detrás de los mimos

11 de noviembre de 2009

Los mimos no solo son blancos. También los hay rojos, sin traje negro o sin pintura. Eso depende del artista y de la clase de mimo.

"Lo que me acabas de describir es la imagen cliché", dice Jacka Maré, un mimo payaso. Y la imagen se refiere a eso que las personas por lo general se imaginan cuando piensan en un mimo: de cara blanca y vestido negro.

Es más, le podemos añadir la situación: alguien que camina por la calle y otro que le remeda sus pasos.

Con cliché Jacka no quiere decir que esos no sean mimos, ni que sean menos mimos que los otros. No. Solo le da pie para contar que hay más propuestas. "Lo que la gente recuerda más son las formas populares, porque son las que más se ven en la calle".

Qué son los mimos, habría que empezar por preguntar. El diccionario lo define como un "actor, intérprete teatral que se vale exclusiva o preferentemente de gestos y de movimientos corporales para actuar ante el público".

El mimo se queda en silencio y empieza a jugar con éste y con los gestos, pero sobre todo, cuenta Jacka, a reflejar a través del cuerpo sentimientos, esos que sí son codificables y universales.

Los gestos son muy importantes, pero no se aplican para todos los lugares. Mientras en Colombia, por ejemplo, sacar la lengua puede ser un gesto de mala educación, en el Tíbet significa cortés deferencia y en las Islas Marquesas, negación.

De ahí que el mimo clown hable de los sentimientos como ese lenguaje universal que los mimos transmiten a través del cuerpo.

"Para ser mimos es necesario tener la capacidad de hablar con su cuerpo, pero más que con los gestos o las manos, es hablar con los sentimientos, tener la capacidad de que ellos salgan. El cuerpo muestra cuando uno está bravo, tiene vergüenza o está enamorado", señala Jacka.

No hay que olvidar que mimos viene de mímesis. "Todo nace de la necesidad de imitar", añade el artista.

En Colombia, y digamos en los que hablan español, los mimos tienen otro sentido especial y es el relacionado con la palabra mimo, pero de caricia.

Sin blanco en la cara
Estos artistas dicen muchas cosas, a su manera y en su silencio.

Los que utilizan la pantomima crean todo un espacio lleno de ilusiones, sin tener nada. Ellos trepan por el muro y en la transparencia de éste, puedes ver los ladrillos o la cuerda o lo que se les ocurra.

Podríamos señalar que son los mimos más conocidos, los que relacionamos con la cara blanca y lo tradicional.

Hay otros mimos que, explica Jacka, están más en la búsqueda de lo abstracto y "en el puro sentimiento. Se parece más a la danza".

Y están los mimos como Jacka, que es un payaso. "Me sirvo de la imitación para reírme de los otros y ganarme su complicidad".

Cada artista, casi como un deber, crea su propio universo y escoge cómo quiere ser, así compartan la disciplina del cuerpo. "A mí me gustó picar de un lado y de otro -concluye el artista- para hacer mi propio sancocho personal".