Histórico

El turismo, otro motor económico

Bondades y riesgo de un sector que crece en el mundo y en que Colombia aún tiene desafíos.

09 de abril de 2013

En el reporte titulado Panorama del Turismo Internacional 2012, la Organización Mundial del Turismo (OMT), adscrita a las Naciones Unidas, destaca como el 30 por ciento de las exportaciones globales de servicios y aproximadamente un 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) son generados en este sector.

Además, la industria de los viajes y el turismo proporciona en la actualidad uno de cada once empleos en el mundo, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.

Considerando estas cifras, resulta satisfactorio que en una economía como la colombiana la importancia del sector turismo experimente un importante crecimiento: el ingreso de turistas extranjeros al país durante los últimos 8 años se ha incrementado sustancialmente (ver gráficos).

Las bondades del negocio
¿Debemos, entonces, considerar al turismo como un sector clave para el crecimiento económico? En primera instancia, la literatura económica destaca una posible contribución del sector turismo a la economía en términos de generación de ingresos por exportaciones, la creación de empresas, la generación de empleo y la ejecución de infraestructuras, señala la OMT.

Tales efectos positivos son mucho mayores en economías poco diversificadas y en países en vías de desarrollo, donde el turismo se constituye en una actividad de gran relevancia.

Otro aspecto positivo se relaciona con el tema de encadenamientos: se han evidenciado importantes vínculos del turismo con los sectores agrícola y manufacturero y con servicios tales como el sector financiero, seguros y diversas ramas del comercio.

Pero también hay riesgos
De otro lado, algunos estudios han abordado riesgos para los países en vía de desarrollo derivados de una excesiva dependencia y especialización en el sector turismo: la posible apreciación de la moneda —afectando a las demás exportaciones—, así como la gran sensibilidad del producto a las condiciones internas de seguridad, son algunos de ellos. De no ser correctamente administrado, el turismo puede además atentar contra la sostenibilidad ambiental.

En una economía como la colombiana, es cierto, entonces, que el turismo puede jugar un importante papel como motor del crecimiento. Pero para que esto ocurra, las acciones deben estar correctamente orientadas.

En primera instancia, evitando una excesiva especialización de la economía en este sector. En segundo lugar, promoviendo diferentes tipos de turismo (sol y playa, de negocios, ecoturismo, cultural) para afrontar el problema de la estacionalidad de los ingresos.

Además es urgente implementar mecanismos para incrementar sustancialmente la productividad de la industria, mediante la formación del capital humano requerido y la incorporación de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), aspectos donde Colombia muestra rezagos importantes.

Se hace evidente también la necesidad de apoyar a las pequeñas y medianas empresas para incrementar su competitividad.

Finalmente, en términos ambientales, debe protegerse la riqueza en materia de biodiversidad y garantizar que la actividad turística contribuya a un crecimiento económico sostenible. El turismo entonces, de ser bien administrado, puede contribuir de forma positiva al crecimiento económico.

*Decano, Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad Eafit.