Histórico

El veneno era para quienes no lo obedecían

15 de abril de 2009

"Es mucho el cuento que le he echado a Daniel pero él dice que no se va a poner a güevoniar con el Gobierno", le confesó Fredy Rendón Herrera, alias "El Alemán", a un fiscal durante una indagatoria.

A finales de 2006 y comienzos del 2007, Daniel Rendón llegó prácticamente como un rey a Urabá. Ese había sido el territorio de su hermano Fredy, que meses antes se había desmovilizado junto con otros 1.537 hombres del bloque Élmer Cárdenas de las autodefensas y que, como aún permanecían en la zona, podían ser fácilmente reclutados. El objeto de alias "Mario", era uno: ser el nuevo capo.

Sus más cercanos lugartenientes John Fredy Manco Torres, alias "El Indio", y Óscar William González, alias "Alfredito", según la Fiscalía, comenzaron a reclutar a los mandos medios del Élmer que coordinaban entonces proyectos productivos auspiciados por el Gobierno.

Los desmovilizados que se negaban eran asesinados de inmediato.

Así como les pasó a Ómar Zolera Reyes, José Mosquera Ramírez y Amado Olea Cárdenas. Los tres eran desmovilizados del bloque Élmer Cárdenas de las autodefensas y se habían convertido en los testigos con los que se comenzaría a judicializar la banda de Daniel Rendón en Urabá.

Ya el 14 de enero de 2008, al pretender alejar la presión de ser reclutados, habían entregado información sobre la ubicación de un importante arsenal de "Mario".

Entre las armas que se hallaron se encontraron fusiles AK-47, fusiles Galil, miles de cartuchos de diferentes calibres, granadas, lanzagranadas, proveedores, morteros, radios de comunicación, detonadores y minas antipersonal.

Pero 23 días después, los tres fueron envenenados por orden de "Mario" en Unguía, Chocó, donde los tres ex 'paras' frecuentaban a una bruja de confianza.

Amado Olea Cárdenas sobrevivió al veneno y fue remitido al hospital de Apartadó, donde dos semanas después llegaron a rematarlo.

La caída del capo
Según la investigación de la Fiscalía, entonces, poco a poco y sin mucho esfuerzo el nuevo grupo criminal, en realidad conformado por los mismos de antes, se adueñó de las laderas de la serranía de Abibe, donde están las plantaciones de coca y los laboratorios de pasta base.

Luego se apropió de los cristalizaderos ubicados en las planicies de Chigorodó y Carepa para aprovechar los canales fluviales que llevan la droga hasta el golfo de Urabá. También habría influido en algunos hombres clave de las agencias del Estado y los sistemas de seguridad de las exportadoras bananeras, que le permitían inundar los contenedores con coca, según las investigaciones del ente.

Todo estaba controlado cuando llegaron "Los Paisas", enviados desde Medellín por los jefes de la "Oficina". La confrontación entre las dos bandas dejaron en un año no menos de 200 personas asesinadas sólo en Urabá, pero "Mario" quería mostrarse como un actor del conflicto dispuesto a la paz. Por eso el 5 de abril de 2008 liberó a 28 hombres de "Berna" que secuestró al supuestamente descubrir que fueron enviados desde Medellín para asesinarlo.

Pronto se supo que él mismo había elaborado el montaje, al engañar a un grupo de jóvenes con promesas de empleo en Urabá. Los reveses siguieron y capturaron a alias "Grone", su jefe de sicarios en Apartadó. Le han incautado bienes por más de 25.000 millones de pesos, caletas con más de 500 fusiles, miles de kilos de cocaína. "El indio", su presunta mano derecha, también está hoy entre las rejas.