EN DEFENSA DE PERROS Y GATOS
¿No será que estamos haciendo un daño?, se preguntaba en una red social una de tantas personas que dedica buena parte de su tiempo y recursos a proteger animales de compañía abandonados, desamparados. Y se lo preguntaba porque es tal la cantidad que no dan abasto.
Son muchos los que se dedican a esa causa, pero la descomposición social y la ignorancia es tal que permean todas las capas de la sociedad.
Donde resido apareció un perro que tuvo que tener dueño. Unos jóvenes y familias le brindan alimento y cariño, pero permanece todo el día al sol y al agua. Ya hay residentes que mostrando qué tipo de personas son, están exigiendo que boten el perro: ¡si ya está en la calle…
A 200 metros, en otra unidad, hace dos o tres años hay una gata que casi todos los días llega a la portería. El supervisor de vigilancia de la empresa del lugar lo asumió y cuida que siempre tenga alimento. Incluso, cuando mostró señales de enfermedad la llevó al veterinario y pagó un costoso tratamiento.
No hace mucho, en una unidad cerca a La Aguacatala tiraron a la calle una camada de gatitos recién nacidos, con gata y todo. Y en esas redes, con frecuencia se denuncia lo mismo: perros y gatos botados para que mueran lejos de la vista de todos.
Tiene sentido esa frase común en internet, quien maltrata un animal maltrata con igual facilidad a un humano.
Pero más allá, la situación habla del grado de descomposición de esta sociedad y de lo duro que es aceptar cambios de paradigmas o grandes transformaciones.
Una excusa de muchos quienes actúan así y de quienes no ven en eso nada raro es afirmar que con tanta hambre y necesidad en los humanos, interesarse por gatos y perros es asunto irrelevante y un contrasentido.
Hoy la ciencia ha comenzado a mostrar la inteligencia, los sentimientos y el dolor que sienten los animales, no solo los de compañía. Aquel argumento no solo ha dejado de tener validez sino que muestra qué clase de personas son quienes lo esgrimen aún. La sociedad y las costumbres evolucionan. Hoy todos somos parte del planeta, no solo los humanos.
Vi ayer en Facebook una gata abandonada por sus dueños en una veterinaria: se nota cómo sufre.
Sí, prefiero estar con mis animales de compañía.
Maullido: Confieso: me asusta la falta de racionalidad de la autoridad municipal y su sanción al Atanasio.