En este bar revive la prohibición
PEDRO PIMIENTA ES el primer "speakeasy" o bar clandestino en Medellín. El sitio recrea la época de la restricción que se vivió en Estados Unidos durante le década de los 20, cuando fabricar, transportar y comercializar bebidas alcohólicas era considerado un delito.
Pedro Pimienta es música, ambiente y cocteles. Sin duda, un espacio que ofrece una opción de diversión diferente en la ciudad.
Inspirado en la ley de la prohibición de alcohol en Estados Unidos en la década de los años 20, cuando surgen los "speakeasies" o bares clandestinos, Pedro se convierte en el primero de este tipo en Medellín.
Su auténtica decoración, de contraluces y barriles de cerveza; la variedad de productos que ofrece y la música, que seduce a los amantes del rock, el jazz y el pop, invitan a más de uno a dejarse atrapar por su encanto.
Una vez el cliente entra a este lugar se inserta en el mundo prohibido que caracterizó los primeros años del siglo XX, un tiempo en el que el impedimento para fabricar, transportar y comercializar licores propició el auge del crimen organizado, volviendo comunes los enfrentamientos entre gángsters y el contrabando de bebidas.
Pedro plasma esta problemática en sus muros que se convierten en el lienzo perfecto para caracterizar a los personajes típicos de la época, mujeres y hombres con aire misterioso que encontraban en el consumo de bebidas su mayor pasatiempo.
La idea de darle vida a este sitio fue de Eliana y Paula Posada, dos hermanas que, motivadas por la iniciativa de crear negocio, dieron rienda suelta a su imaginación abriendo un espacio único, donde el cliente puede disfrutar desde bebidas con o sin licor, hasta de una buena comida. Todo, a precios muy asequibles.
La especialidad, sin embargo, son los cocteles como mojitos y martinis, con lo que se hace alusión, dice Eliana, a un componente más de aquel período en el que se encontró la manera de camuflar las bebidas alcohólicas mediante el uso de gaseosas, jugos de frutas y agua azucarada.
"El 19 de agosto del año pasado hicimos la inauguración y el proceso ha sido lindo porque los clientes se sienten identificados con el lugar y por eso vuelven y traen amigos. Digamos que Pedro se ha ido conociendo por el voz a voz y vemos que va creciendo cada vez más", dice Eliana con emoción.
Para estas dos jóvenes emprendedoras, lo más importante es que quien vaya a su bar tenga la verdadera sensación de haber pasado un momento agradable y tranquilo con sus amigos. Por eso, se preocupan por brindarle al cliente una atención más personalizada.
También, señalan, quieren marcar una diferencia con el producto que ofrecen, a través de su presentación, la calidad del servicio y la atmósfera del lugar.
"Pedro Pimienta es diferente a otros sitios porque ofrece un ambiente conceptualizado que permite que la gente se meta en una historia", puntualizan.
Así por ejemplo, todos los miércoles los clientes pueden disfrutar de conciertos de jazz y otras actividades que los acercan a experiencias propias de las primeras décadas del siglo pasado.
"Nuestra idea es seguir posicionando el sitio, que la gente lo conozca y que se enamoren de él", dice Paula, quien valora el haber podido conocer personas tan cálidas y colaboradoras durante todo el proceso de la creación de Pedro Pimienta.