¿En qué va el “falso positivo” contra la Mayorista?
Normalmente nuestra sociedad se ha acostumbrado al olvido y a la desmemoria, ya que parece más fácil y cómodo, que nuestra razón solamente “vea” el presente, sin arriesgar un ápice con respecto al pasado o a la historia. Normalmente, la manipulación diseñada desde las más profundas estructuras del poder, implica solamente “vivir el presente”, sin memoria histórica y sin prospección, ya que ello involucraría la conciencia tanto individual como colectiva y es ella la que se quiere anular y eliminar, ya que ello facilita, en extremo, un mejor ejercicio de la manipulación y el control social sobre los diversos actores y grupos sociales que conforman el llamado “organismo social”.
En este sentido, queremos volver sobre un tema tratado en nuestra columna virtual del pasado 23 de junio titulada “¿la Mayorista: otro falso positivo?”, columna desde la cual evaluamos varias informaciones acerca de las condiciones de seguridad y convivencia dentro de la Central Mayorista de Antioquia, y discutimos acerca de las pretensiones desde la Alcaldía de Medellín para desestabilizarla, aprovechando la detención de Alirio Rendón Hurtado, Presidente de “Mayoristas Unidos”, comerciante histórico en la consolidación de la Mayorista como una de las más grandes y pujantes plazas de mercado al mayorista en Colombia, competidora real de los almacenes de grandes superficies como Éxito y Carrefour.
En dicha columna, preguntábamos las razones del porqué la Policía divulgó en los medios la noticia de que habían sido detenidos 12 sospechosos, entre ellos el Jefe de seguridad de la Plaza Juan David Mejía, cuando en realidad dentro de la Mayorista sólo se detuvieron a 7 trabajadores de dicha Central y entonces preguntábamos y preguntamos: ¿dónde fueron detenidos los otros 5 y por qué se mezclaron con los detenidos en la Central? Hoy reafirmamos nuestros interrogantes acerca de dicha irregularidad, aunque como es ya normal entre nosotros, ni las autoridades militares y menos aún las civiles, han podido explicar del porqué de dicha confusión y sigue siendo, incluso más claro hoy, que ese 23 de junio, que lo que sucedió fue un montaje para desprestigiar a la Central Mayorista, dada la alta pugnacidad que contra ella expresa cada rato el alcalde Salazar, a propósito de su casi delirante enfrentamiento personal con el comerciante Rendón, más conocido tradicionalmente como el “Cebollero”, quien hoy espera en una Clínica de la ciudad, la resolución de su situación jurídica.
No es tampoco lógico que se pretenda señalar que el comerciante Rendón haya conformado una seguridad paralela dentro de la Mayorista, cuando tradicionalmente era parte de su Junta Directiva y, en calidad de tal, participó como un miembro más, de la decisión que año tras año ha tomado La Central Mayorista de Antioquia para escoger, mediante una selectiva y objetiva decisión, a una empresa de seguridad reconocida legalmente por la Superintendencia de Seguridad, decisión que ha recaído cada año, entre otras, en empresas tales como Segurcol en 1996 y prorrogada incluso en el 2001; Bradford Security Total Ltda. En 2002; Alta Seguridad en el 2003; Seguridad Estratégica en el 2005 y finalmente con la firma Expertos Seguridad Ltda., se firmó contrato de vigilancia y seguridad por los años 2008-2009-2010.
Pero además, es necesario recordar a la opinión pública que dicha selección de la empresa de seguridad para la Central Mayorista se ha tomado siempre con el acompañamiento del Comité de Seguridad, conformada no sólo por miembros de la Junta Directiva sino por directivos de la Policía Metropolitana -Comandante del comando de Itagüí- y del Gaula los cuales, además, cuentan con un CAI dentro de la Central, así como con un completo sistema de cámaras de video, que garantizan un control las 24 horas, lo que hace bastante difícil e imposible la existencia de una seguridad paralela en la Central Mayorista de Antioquia, como se ha querido señalar, sin ninguna prueba contundente, concisa y concreta.
¿Qué complot existe entonces contra la Mayorista? ¿Por qué dicha persecución? ¿Existe en el fondo un disgusto personal del alcalde Salazar contra el miembro de la Junta Directiva Rendón, debido acaso a que no lo apoyó en su campaña en el 2007? ¿O es para desprestigiarla y favorecer a los almacenas de gran superficie, interesados en algunos terrenos dentro de la Central y que ven en esta Central su mayor competencia? ¿O es acaso para realizar una “toma política” de ella, a través de su Junta Directiva y reformar, muy sutilmente, las organizaciones de base Cootranscema, Cotrama y Astrincema? Son interrogantes que nos hacemos, buscando entender con alguna lógica lo que ha pasado en los 2 últimos años en la Central Mayorista y, solo en este sentido, podríamos entender que la Alcaldía haya contratado a 2 burócratas “de las ciencias sociales”, un antropólogo y una psicóloga, para realizar dicha “toma política” de estas 3 asociaciones de base que son materia viva dentro de la Central y que pueden ser buena cuota electoral, a menos de un año de elecciones para Congreso y Presidencia.
La discusión debe de tener continuidad para evitar el desprestigio de la Central Mayorista; la empresa de vigilancia contratada hasta el año 2010 debe volver a tener el control de la seguridad en la Central; los comerciantes históricos deben de mantener con orgullo su actividad; la Policía debe de ser mucho más proactiva y garantizar una mayor eficiencia en su CAI interno y, el nuevo Comandante de la Policía Metropolitana, debe dar las explicaciones que quedó debiéndonos el anterior Comandante con respecto a los detenidos el día 11 de junio -que fueron 7 y no 12-, así como a las acusaciones de existencia de bandas ilegales y criminales en su interior, hecho ilógico ya que existe un CAI interno, hay una empresa de vigilancia reconocida y seleccionada por expertos de la Policía y el Gaula como lo es la empresa Expertos Seguridad Ltda., quien debe garantizar en conjunto con la Policía y el Gaula, tanto la seguridad interna como la no presencia de pandillas y bandas delincuenciales extorsionistas en el interior de la Central.
¡Eso sí, solo esperamos que ahora no nos salgan la Alcaldía y la Policía, con el cuento de que hay que decretar también el toque de queda en la Mayorista, para lograr controlar el orden público, la seguridad y la convivencia dentro de ella, tal como irresponsablemente lo están haciendo en algunas zonas y barrios populares de Medellín, decisión que raya ya en la absoluta incapacidad por parte de las autoridades y que a la final será un factor generador de más pobreza que es, a la vez, el mejor caldo de cultivo para que nuestros adolescentes y jóvenes sean comprados por bandas y pandillas delincuenciales!
La discusión acerca de la Mayorista que proponemos, desde esta columna, es con el altruista interés de que la Verdad y solo la Verdad, florezca ante la opinión pública y no continúe la estigmatización sobre ella y sobre sus comerciantes, que son sus verdaderos dueños…