En salas, ¿cuál es su estilo?

La sala es un espacio para compartir, para vivir. La escasez de metros la ha convertido en el lugar de descanso, de encuentro, de lectura y de televisión.

Haga que esa área multifuncional sea acogedora y capaz de atender cualquiera de sus necesidades.

Las propuestas son variadas y puede personificar su espacio en función de las necesidades que más valore. Para ello le sugerimos varias propuestas con las que puede identificarse. Tres opciones para la sala. Decida cuál es la suya.

Siéntese en gris
Los sofás en gris combinan con todo tipo de mobiliario. Un aire clásico que junto con enormes jarrones de cristal de colores intensos como el verde o el amarillo hacen un espacio divertido, alegre y muy actual. Eso sin olvidar que las mantas acogen el rojo y los colores intensos, además de los neutros, con la mayor naturalidad.

Para evitar una decoración estática, cambie la tradicional mesa auxiliar frente a los asientos por cómodos pero firmes y resistentes pufs redondos o cuadrados, que sirven como asiento y se transforman en mesas sobre las que se puede poner una bandeja. Sus extremidades inferiores se lo agradecerán, podrán estirarse sin impedimentos.

Clásicos, siempre vigentes
Cuando ya no hay niños en casa, la decoración deja su lado práctico para convertirse en un espacio de placer. Los sillones clásicos, las chimeneas más tradicionales y la iluminación más tenue encuentran un ambiente donde instalarse.

Si lo que le gusta es compartir un café con sus invitados nada mejor que sillones en los que la espalda y la cabeza encuentren reposo cómodamente. Elija con acierto un diseño rígido, el cual, no es sinónimo de incómodo.

Los beis y tostados sin reposabrazos son un clásico actualizado. Un color sin estridencias que se adapta sin problemas. Los sofás con tapizados aterciopelados en tonos más oscuros como el verde botella consiguen crear un ambiente sereno y alejado de estridencias.

Loft urbano
En blanco y espacios amplios, los lofs ofrecen un lugar para vivir sin límites que pongan freno a la creatividad.

Las paredes y muebles en blanco son un lienzo a punto de estrenar en el que todo cabe, en el que cualquier muestra de color es bienvenida y en especial los colores intensos.

Cuadros colgados y sin colgar en las repisas, mezclados con libros, en una especie de barullo organizado, otorga un aire informal que contrasta con el orden que se percibe a simple vista.

Un salón que linda con la zona del comedor, que invita a asomarse, y en la que se intuye que la cocina está cerca, ampliando espacios que, sin embargo, se hacen próximos.